“Esta es la ciencia argentina, esta es la capacidad de nuestros científicos”, afirmó esta noche el presidente Alberto Fernández luego del exitoso lanzamiento del satélite de observación de la tierra SAOCOM 1B, desarrollado y fabricado en la Argentina.
Junto con el SAOCOM 1A, lanzado en 2018, el SAOCOM 1B integra la Constelación SAOCOM y fue desarrollado y construido además de por la CONAE e INVAP, por la firma pública VENG, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y el Laboratorio GEMA de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), entre otras 80 empresas de tecnología e instituciones del sistema científico tecnológico del país.
Desde la CONAE, en Córdoba, y desde INVAP, en Río Negro, integrantes de la misión expresaron su emoción y alegría. También señalaron que todo estaba saliendo según lo esperado tras las primeras señales de vida del satélite y comentaron que les esperaba una noche larga de trabajo.
Además, el Presidente de la Nación se mostró “muy impactado porque la Argentina es uno de los diez países que son capaces de poner en órbita satélites como este, que nos permite conocer muchas cosas de nuestro suelo y prever lo que tenemos que hacer para optimizar nuestros esfuerzos”, explicó.
También contó con la colaboración de la Agencia Espacial Italiana (ASI) y proveerá a la Argentina y al mundo información sobre humedad de suelo, inundaciones y enfermedades de cultivos, entre otras numerosas aplicaciones, para uso en agricultura, gestión de emergencias ambientales y monitoreo de recursos naturales.
La Misión SAOCOM cuenta con una importante mejora respecto de los sensores ópticos usuales, lo que le permite detectar la humedad del suelo y obtener información de la superficie terrestre en cualquier condición meteorológica u hora del día. Esto es posible porque las microondas del radar son capaces de atravesar las nubes y “ver” aunque esté nublado, tanto de día como de noche.
Para qué sirve el satélite
La información brindada por el satélite ayudará, mediante un convenio de colaboración entre el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la CONAE, a que los productores agropecuarios sepan cuál es el mejor momento para la siembra, fertilización y riego, en cultivos como soja, maíz, trigo y girasol.
Fue pensado para ofrecer soluciones a problemáticas locales que hasta hoy no pueden ser satisfechas con información de otros satélites, y posiciona a la Argentina en un selecto grupo de países capaces de desarrollar la tecnología radar para uso espacial.
También brindará soporte en relación al uso de agrotóxicos para el control de enfermedades en cultivos y permitirá realizar pronósticos de inundaciones, elaborar mapas de riesgo de incendios y proveerá datos sobre el desplazamiento de glaciares y del terreno.
La campaña de lanzamiento contó con la participación de más de 50 profesionales de CONAE, INVAP, VENG y el Grupo GEMA de la Universidad Nacional de La Plata distribuidos en Estados Unidos y en la Argentina, en las provincias de Córdoba y Río Negro y en la Ciudad de Buenos Aires.
Durante los primeros días en órbita, la comunicación con el satélite se realizará con el soporte de estaciones terrenas ubicadas en Noruega, Kenia, Antártida, Islas Kerguelen, Perú, Estados Unidos, con las cuales hay acuerdos de cooperación, y con las dos estaciones de la red de CONAE en la Argentina, una en Córdoba y otra en Tierra del Fuego.