La agente penitenciaria que resultó baleada en el rostro cuando su marido resistió a los tiros un asalto dentro de su casa de Glew, continuaba ayer internada “estable” pero en estado “reservado”, mientras que la justicia dejó detenidos a los cuatro imputados apresados por el caso, informaron fuentes judiciales y policiales.
La víctima baleada, llamada Raquel, de 45 años, trabaja en el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) y permanecía en el shock room del hospital Lucio Meléndez de Adrogué.
“El estado de la paciente es estable pero reservado. Tiene reflejos y está a la espera de una tomografía para ver la evolución neurológica y determinar un posible traslado a la terapia intensiva de otro centro asistencial”, dijo a Télam una fuente de la investigación.
En cuanto la situación de los cuatro imputados la justicia convirtió en detención formal sus aprehensiones.
Los cuatro acusados son Roberto Daniel Chayan (24), Brian Humberto Chávez (22), Ayron Manuel Barzala (25) y el remisero Conrado Alfredo Saporeti (58).
Todos quedaron imputados por el delito de “robo agravado por el uso de arma de fuego, por escalamiento y por ser en poblado y en banda”, los tres primeros como coautores y el remisero como partícipe.
Según las fuentes, el fiscal Silvestrini también avanzó en la causa paralela que inició para investigar la muerte de uno de los delincuentes, Luis Ángel González (20), y el disparo que recibió la vecina de Glew.
Según la justicia, el marido de la mujer y empleado de una empresa de seguridad, actuó en “legítima defensa” al disparar su pistola 9 milímetros contra los delincuentes y, si bien aún restan peritajes, todo indica que el balazo que la penitenciaria recibió en la cara fue producto de un rebote.
La entradera
El hecho ocurrió el viernes pasado alrededor de las 2.20, en una casa situada en la calle Roldán al 200, de Glew, cuando cuatro delincuentes llegaron a la propiedad con fines de robo, treparon por una pared y de allí al balcón del primer piso, por donde algunos lograron ingresar a una habitación de la vivienda.
El matrimonio dormía cuando la mujer escuchó ruidos y a los gritos le advirtió a su esposo que habían entrado ladrones, algunos de los cuales portaban armas blancas.El hombre tomó una pistola calibre 9 milímetros de su propiedad y efectuó entre siete y ocho disparos, tras lo cual vio que su mujer había caído herida con un impacto en el rostro.
Dos cámaras de seguridad ubicadas en un comercio de la misma cuadra del domicilio captaron la secuencia desde que los delincuentes llegan a pie y comienzan a trepar el balcón, a las 2.20, y 2.23 se arrojan del mismo y escapan a la carrera, uno de ellos visiblemente herido.
En los videos también se observa que parte de la banda huyó en un automóvil Ford Focus blanco, patente OPB098, que resultó ser un remís
A la Unidad de Pronta Atención (UPA) de la vecina localidad de Longchamps habían ingresado tres jóvenes, uno de los cuales, González, estaba baleado en la espalda y murió en el lugar.
La policía detuvo en las inmediaciones a otros dos sospechosos que lo acompañaban, Chayan y Chávez y, horas después, el remisero Saporeti fue detenido cuando llevó a la madre de González a la UPA donde antes habían dejado al joven fallecido.
De acuerdo a las fuentes, Saporeti se quebró ante los policías y confesó que había trasladado a la banda al lugar del robo, en Glew en su auto Ford Focus blanco y que después de dejar a González en Longchamps, también llevó a otro herido al hospital Balestrini de La Matanza.Con ese dato, los efectivos se dirigieron al centro de salud y aprehendieron al cuarto sospechoso, Barzala.
