El presidente Alberto Fernández puso hoy al frente de la Anses a María Fernanda Raverta, quien se venía desempeñando como ministra de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires.
Fernández recibió esta mañana en la residencia de Olivos a Raverta y le encomendó la tarea de suplir al renunciante Alejandro Vanoli.
La nueva titular del Anses- quien fue candidata a intendenta de Mar del Plata el año pasado- es licenciada en Servicio Social y cuenta con “amplia trayectoria en trabajo social, y ha acumulado experiencia en distintos cargos e instituciones”, según un texto difundido por Presidencia.
Entre los cargos que ocupó se mencionan los de la Secretaría de Desarrollo Social del municipio de General Alvarado, en el Centro de Contención “Chescotta”, del Ministerio de Desarrollo Humano de la provincia de Buenos Aires y, también, en la Subsecretaría de la de Niñez y Adolescencia del Ministerio de Desarrollo Social bonaerense.
Asimismo, ejerció la jefatura de la UDAI Puerto Mar del Plata de la Anses.
Raverta suple desde hoy a Vanoli, a quien ayer el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, le pidió la renuncia por estar disconforme el Gobierno con su “gestión”
or la necesidad imperiosa de contar con una gestión en el organismo “más dinámica y cercana a las necesidades de la gente”, en el marco de la emergencia general generada por la pandemia de coronavirus.
Ayer, el Jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, Santiago Cafiero, le solicitó la renuncia a Vanoli, p
Ante el aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado desde el 20 de marzo, la Anses había sumado a la administración de las jubilaciones y las asignaciones sociales una serie de programas de emergencia como el IFE, los bonos para el sector pasivo, efectivos de seguridad y personal de la salud, y la Tarjeta Alimentar, entre otros.
El 3 de abril, en el inicio de la tercera semana de aislamiento social por el coronavirus, se registraron largas filas de jubilados y beneficiarios de seguros sociales frente a bancos de todo el país para cobrar sus haberes, lo que generó el malestar del presidente Alberto Fernández.
La magnitud de esas aglomeraciones, en las que no se respetaron las recomendaciones de distanciamiento social, llevó a las autoridades a ordenar la atención en los bancos durante el fin de semana siguiente y a establecer un cronograma de pago según los números de los DNI de los beneficiarios.