Mujer y madre de 5 hijos. Política desde que tiene memoria. Maria Rosa Martínez jamás piensa al feminismo por fuera de lo político. Vecina de Adrogué, su larga trayectoria en el mundo legislativo tuvo un salto importante en las últimas elecciones generales: se convirtió en una de los y las 19 legisladores bonaerenses en la Cámara de Diputados. Y diputadas. El papa de su hijo mayor, Sergio Yovovich, fue detenido desaparecido y sus restos se encontraron en el cementerio de Rafael Calzada cuando ella era Directora de Derechos Humanos del Municipio de Almirante Brown.
“No queremos un feminismo de confrontación. El cambio de paradigma que generó el feminismo tiene que ver con una transformación que es persistente e histórica. Desde que existe el patriarcado, en distintas etapas, con mayor acento en algunas, el feminismo ha hecho lo imposible por la equidad de género. Desde Simone de Beauvoir y las mujeres de la izquierda europea hasta las que lucharon por la Independencia en América Latina. Desde Evita, que trasgredieron y lograron el voto, hasta Julieta Lanteri, que con su vocación política logra participar de una elección.”
Para la militante de Kolina, “es dificil hablar de una única mujer referenta; pero sin lugar a dudas, es Cristina (Fernández de Kirchner). Por su valentía, por su coraje, por su coherencia”.
“Seguramente he padecido, como todas las mujeres, dificultades a la hora de acceder a un trabajo. Sobretodo continuidades. Soy madre y por periodos largos me dediqué al cuidado, una tarea maravillosa, que recompensa mucho con el cariño que atrapa en esa relación madre e hijo, pero que sin ninguna duda implica relegar otras cuestiones”, explica la ex concejala de Almirante Brown, quien también recuerda cuando con sus vecinas del barrio en donde vivió 15 años armaron un jardín maternal comunitario, “en plena hiperinflación, como una manera de responder a las necesidades que teníamos para cuidar a nuestros chicos.”
A la hora de hablar de desigualdades en el ámbito laboral, Martinez se pone firme: “Creo que muchas veces las mujeres no participamos de los eventos y de las reuniones en donde se toman las decisiones, y sobre todo hablo de lo político, que son esas que se dan luego de las actividades laborales. Como esas reuniones después de jugar al fútbol mientras se come un asado”, grafica con un paralelismo.
“Son instancias de encuentro y generación de confianza. Pero lo iremos logrando, yo tengo mucha esperanza en ese sentido, las mujeres estamos entendiendo que la construcción de poder es a partir de mayor solidaridad entre nosotras, nosotros y nosotres. Y de acumulación colectiva. Cada vez es más evidente que donde estamos una estamos todas. Y eso es lo que genera cierto temor por parte de los varones.”, asegura optimista.
Maria Rosa Martínez fue detenida el 27 de mayo de 1976 en La Plata, donde estudiaba medicina. Su hijo mayor nació en cautiverio, y fue criado por sus abuelos maternos durante tres años. “Hay un feminismo popular, en los barrios que resisten, que nace después de la dictadura militar, a partir del endeudamiento externo. Cientos de mujeres de miles organizaron comedores, ferias populares, que después terminaron siendo emprendiemientos productivos. Estos últimos años hubo un resurgimiento de todo esto. Hubo una disminución enorme de los puestos de trabajos y muchas mujeres asumieron oficios no tradicionales, inclusive en el distrito tenemos un caso de compañeras que fabrican bloques para la construcción y también hacen construcciones.”
De cara al futuro, la diputada nacional habló sobre los desafíos que enfrentamos las mujeres en nuestra sociedad, dando tantas batallas en simultáneo pero todas enmarcadas en la perspectiva feminista. “Tenemos que seguir luchando para que las mujeres accedan a trabajos de calidad en el sector productivo. Hay que abordar sobre todas las desigualdades, salariales y de tipos de trabajos que hacemos las mujeres. Debemos generar una fuerte orientación en formación de ciencias duras, que siempre son trabajos mejor remunerados. Me parece que son desafíos centrales de una sociedad que necesita reactivación de la industria nacional y creación de puestos de trabajos. Y a nivel nacional, considero que el cupo laboral trans es un gran desafío; y un debate sobre la cuestión previsión la de comunidad trans y travesti, ya que es una población que sobrevive después de los 40 años. Tiene una expectativa de vida muy baja”.
Para concluir, la militante peronista pide no disociar los procesos de igualdad de género de los procesos políticos más globales: “La suerte de los feminismos tiene que ver con gobiernos que piensan en la justicia social y en el avance en derechos, que trabajan para hacer una vida más digna para todos, todas y todes”.