“Ezequiel Bermejo, tus compañeros de Brown de Adrogué seguimos esperando un milagro”, dijo Noelia Petti, una experta nadadora y compañera de pileta en Brown de Adrogué del nadador que el sábado desapareció en medio de una competencia de aguas abiertas de 10 kilómetros en Necochea.
Petti admitió que el mar estaba intratable, pero no dijo una palabra respecto de si la competencia debió haberse suspendido o no. El organizador, rápido de reflejos, salió a defenderse atacando al nadador. Dijo que Ezequiel no quiso usar los elementos de seguridad, cuando se cobraba aparte de la inscripción, de 3200 pesos.
“Salieron 550 nadadores y volvieron 549”, dijo tratando al nadador de Adrogué como un número. En la competencia llevaba el 196 el nadador de Adrogué que luchó por conseguir un lugar en esta competencia.
Hubo veinte competidores con hipotermia que debieron ser atendidos en la guardia del Hospital Municipal Dr. Emilio Ferreyra, de Necochea y muchos que, asustados, pidieron salir del agua antes de terminarla. Juan Carlos Cuenca, el organizador, reconoció que el mar estaba picado. “Es un milagro que solo un nadador esté desaparecido después de cómo estaba el mar hoy”, dijo a Brown On Line una nadadora que compitió.
“Bermejo venía con buen ritmo, hidratado y acompañado por un amigo en kayak que lo asistía”, dijo Juan Carlos Cuenca, uno de los organizadores de la carrera en diálogo con el medio local Cuatro Vientos.
En un solo día los organizadores ganaron 1.760.000 pesos, producto de la inscripción de 3200 pesos por cada competidor. Si cada uno quería tener su kayak debía pagar 3000 pesos más y otro tanto si hubiera querido llevar algún elemento para ser visto por los organizadores.
Cuando ya había recorrido nueve mil metros y nadaba los últimos mil de competencia, el kayakista de apoyo rompió su pala por la intensidad del oleaje por lo que debió ser auxiliado por una embarcación. Fue el último que vio con vida al nadador. Después de ese instante, se desconoce su paradero.
Sebastián Texido, médico y amigo, viajó a Necochea el sábado por la tarde cuando conoció la noticia. “Su estado físico es excelente y su nivel de entrenamiento es muy alto. Venía cumpliendo una buena carrera con los nadadores del medio del pelotón. Si las condiciones eran normales, hubiese terminado en una buena posición”, dijo en diálogo con Infobae. La conclusión es que el estado del mar no era el mejor para nadar, pero la organización decidió seguir adelante con la competencia.
Gustavo Germain, competidor, contó: “En la última parte estuvimos a merced del mar durante mucho tiempo y había muy poca gente para rescate. Estuvimos solos porque los pocos que había no daban abasto. Prefectura no puede aprobar esto. Al menos se debería haber salido para Quequén”.
Fotografía: Maximiliano Roht