Unas cifras que duelen y alertan. Uno de cada tres niños que vive en el Conurbano pasa hambre y la mitad tiene que recurrir a co,medores para poder comer,según un informe de la Universidad Católica Argentina (UCA) y la Defensoría del Pueblo bonaerense.
La «inseguridad alimentaria severa» experimentó un «fuerte incremento» en el último periodo interanual (2017-2018), tanto «para el total a nivel país urbano como en el Conurbano».
De acuerdo al informe, la reducción de la dieta por problemas económicos en el último año –Inseguridad Alimentaria Total– subió del 21,7% en 2017 al 29,3% el año pasado a nivel nacional, mientras que en el Conurbano trepó de 26,7% a 35,8% .
El informe sostuvo que «la inseguridad alimentaria, junto con la cobertura de alimentación gratuita, experimentó un fuerte incremento en el último periodo interanual (2017-2018), tanto para el total de NNyA a nivel país urbano como en el conurbano bonaerense, alcanzando los valores más elevados de la serie 2010-2018».
El aumento exponencial en ese aspecto: en 2010 el 17,4% asistía a comedores, en 2017 ya aumentó a 35,8% y en el tercer trimestre de 2018 se disparó a un 40%.
Los principales beneficiarios de la ayuda directa son los niños en edad de escolarización primaria. A su vez, la tasa de cobertura disminuye abruptamente para los niños de edad preescolar y para los adolescentes. El acceso a los alimentos se ve fuertemente vulnerado para los niños no escolarizados y los jóvenes.