Once horas después de que Mauricio Macri anunciará “medidas de alivio” para paliar la crisis económica tras la disparada del dólar, dio marcha atrás con una de ellas: el congelamiento por 90 días el precio de los combustibles.
La presión de las petroleras, a quienes Macri no consultó antes de tomar la decisión, y del gobernador de la provincia de Neuquén, Omar Gutiérrez, que salió a decir que “no iba a permitir medidas” que afectaran el desarrollo de Vaca Muerta, determinaron la marcha atrás.
“La Secretaría de Gobierno de Energía informa que el congelamiento de precios de las naftas que anunció el presidente de la Nación se realizará en acuerdo con las empresas”, sostuvieron. O sea, mañana sentarán a las petroleras para ver si aceptan la propuesta de congelar los precios.
El sector empresarial aguarda conocer bajo qué figura legal el Gobierno obligará a las petroleras a fijar sus precios por 90 días, y su principal temor era que se apele, nuevamente, a la Ley de Abastecimiento ante eventuales faltantes por la distorsión de precios del mercado. El abastecimiento de combustibles también se vio jaqueado por los anuncios de hoy. Ayer se esperaba en el sector saber si hoy se iba a confirmar el aumento del 5 por ciento de las naftas.
El dilema es cómo el gobierno obligará a las empresas a importar buena parte del gasoil que demanda el mercado local a un precio internacional con el dólar a $63 para venderlo en las estaciones de servicio a un dólar de 45,19 como fijó el gobierno.
Ya esta mañana, Ángel Miguel Benítez, el secretario de la gremial de estaciones de servicios explicó: “Hasta hoy a la mañana las refinerías no estaban distribuyendo combustible para ver qué pasaba con el precio. Lo que estaba suspendido totalmente era la venta al por mayor de combustible y lubricantes”.