Un año después del histórico abrazo de la comunidad al Hospital El Cruce-Néstor Kirchner de Florencio Varela, los profesionales de ese centro de salud de alta complejidad salieron a denuncian que el hospital “no recibió 457 millones de pesos” por parte del gobierno de María Eugenia Vidal.
Con el lema “La salud no se ajusta” los trabajadores organizan un festival musical en lucha por la salud pública el viernes desde las 15 en la puerta del hospital. “Música por la salud” tendrá en el escenario a Vox Dei, La Chilinga, los brownianos de Astilla y Palo, Betania Díaz, Etiqueta Negra, Ñaupa Cunan, Celedonio Tango, el ballet Entrevero Gaucho. El encuentro será en la puerta del hospital, avenida Calchaquí 5401, de Varela.
El presupuesto del hospital se integra con un 70 por ciento aportado por el gobierno nacional y un 30 por ciento por Provincia. El gobierno de Vidal debería haber enviado 657 millones de pesos, pero “hay un faltante de 457 millones de pesos porque enviaron solo 200 millones y esto genera mucha incertidumbre en cuanto a la funcionalidad del hospital. No hay comunicación oficial de que esta partida llegue, pero nadie por escrito ha asegurado esto”.
“Están destruyendo el capital humano de este hospital, que fue elegido como el mejor de Latinoamérica. Pero no lo vamos a permitir porque somos conscientes de la salud pública que brindamos, porque siete de cada 10 pacientes que atendemos no tiene cobertura social”, le dice a Brown On Line Damián Zamorano, vicepresidente de la Asociación de Profesionales del Hospital El Cruce (APHEC) y secretario adjunto del sindicato que agrupa a los trabajadores de ese centro de salud.
“Este año, el presupuesto proyectado -pensado con un dólar a 40 y una inflación proyectada del 23%- pero se espera una inflación anual de 45 por ciento y ya el dólar está cerca de los 45 pesos. Además, el presupuesto no contempla un aumento salarial que acompañe la inflación. Nos ofrecieron un aumento salarial del 19,5 por ciento sin cláusula gatillo”.
“Las autoridades hacen que el ajuste caiga sobre los trabajadores, que tuvimos una pérdida del poder adquisitivo de más del 40 por ciento. Eso trajo disminución de horas para trabajar en otros lugares: hay compañeros que tiene hasta tres trabajos para poder llegar a fin de mes y esto también repercute en la calidad de atención de los pacientes”, dice Zamorano.