El policía Giuliano Armando Fattori empezará el jueves a ser juzgado por el crimen de Leonel Sotelo, un joven de Rafael Calzada a quien mató por la espalda, en lo que el policía denunció como un intento de robo y la familia denuncia como “gatillo fácil”.
El hecho ocurrió el 1 de diciembre de 2016, en Humberto Primo y De María, en Burzaco, cuando Giuliano Armando Fattori, miembro de la policía local, se cruzó con Leonel Sebastián Sotelo (19 años) y su amigo Alan, cuando ambos se trasladaban en una motocicleta.
El oficial declaró que los jóvenes intentaron asaltarlo y dijo que respondió a la agresión. Fattori -quien iba de civil y también en moto- disparó 9 tiros contra ambos jóvenes ocasionando la muerte de Leonel, quien murió por dos balazos en la espalda.
El fiscal de la UFI 4 lomense,Leonardo Kaszewski, acusó a Fattori de «homicidio con exceso en la legítima defensa». El reclamo de la familia y de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI), que asesora a la madre de Leonel Sotelo, era que el crimen fuera considerado «homicidio» sin el atenuante de haberse cometido «en legítima defensa» por no haberse hallado en la escena del crimen otras balas servidas que no hayan sido las del policía.
En la noche del 1 de diciembre los chicos viajaron en moto desde Rafael Calzada para ver picadas en Burzaco. De camino al lugar, Fattori, un policía vestido de civil que también iba en moto y que nunca se identificó como miembro de la fuerza de seguridad, los persiguió y efectuó nueve disparos. Uno dio en los glúteos de Alan y tres en el cuerpo de Leonel, de los cuales dos fueron por la espalda y uno en el pecho, lo que derivó en su muerte.
En diciembre del año pasado, Fattori inició una colecta para reunir los 600 mil pesos que le cobra su nuevo abogado para ejercer su defensa en el juicio. “Tengo miedo de quedar preso”, escribió el policía en la red social Facebook.