Los niños y adolescentes son los sectores más castigados por las polìtca económicas y sociales del gobierno de Mauricio Macri. Entre 2017 y 2018, la cantidad de menores que pasaron hambre se incrementó un 35% .
Según un estudio de la UCA, el 14,9 por ciento de los chicos de entre 2 y 17 años -1,6 millones- no realiza al menos una de las cuatro comidas diarias y la última alimentación del día es la más frecuentemente salteada, dado que el 7 por ciento no la ingiere.
La incidencia de la inseguridad alimentaria total o extrema -experiencia de hambre- es mayor entre los niños de 0 a 12 años, los que viven en hogares extensos y monoparentales, los que se sostienen con fuentes de trabajo marginales u obrero y los que viven en el conurbano bonaerense.
Más de la mitad de los niños argentinos son pobres
El informe “Infancias. Progresos y retrocesos en clave de desigualdad”
elaborado por el Observatorio de la Deuda Social reveló además un dato grave: el 51,7% de los niños y niñas del país son pobres y el 10,2% indigentes. El dato es el más alto desde que comenzaron a realizarse estos informes en el año 2010.
El 51,7% marcó un crecimiento de más de 3 puntos respecto del 48,1% registrado un año atrás.
El Conurbano Bonaerense mostró a su vez el mayor índice de pobreza del país, lo cual no sucedía en mediciones anteriores: el 63,3% de los niños es pobre, casi 9 puntos más que el 54,2% de fines de 2018. En tanto, 15,4% es indigentes.