Organismos Defensores de los Derechos Humanos conmemoraron hoy el 43° aniversario del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, con una multitudinaria marcha que finalizó frente a la Casa Rosada, donde se leyó un documento para denunciar que “la democracia está en peligro”.
“Estamos en esta Plaza porque queremos seguir defendiendo la democracia, que hoy está en peligro. No tener derecho al trabajo, a la alimentación, a la salud, a la educación y a la vivienda, genera pobreza y hambre”, señala el documento que se leyó en esta nueva edición del Día de la Memoria.
El documento, de 18 páginas, fue leído por varios de los organizadores mediante tandas ante una multitud que no dejó de manifestar su rechazo al gobierno del presidente Mauricio Macri; y en particular a la labor de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; y del secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj.
Además, acusa al gobierno de Cambiemos de haber “empobrecido adrede” al país, y sostiene que “el programa económico del macrismo es la miseria planificada”.
“Reclamamos a todas las instancias judiciales que aceleren los juicios por delitos de lesa humanidad. Para los familiares, el paso del tiempo no alivia el dolor. Lo que repara es la justicia”, se apunta en el documento.
“La herida solamente sana con la verdad”, sostuvo Carlotto y agregó: “No queremos despedir a más abuelas sin que hayan podido encontrar a sus nietos y tampoco queremos que la apropiación se siga traspasando de gen a gen”.
La persecución como política de estado
Asimismo, consideraron que “el Poder Judicial se ha convertido en una herramienta de persecución política: hay cada vez más causas armadas contra los opositores al gobierno mientras que cada vez son menos las audiencias para juzgar a los genocidas”.
Tras describir al gobierno de Macri como de “ajuste, represión e impunidad”, denunciaron la “política represiva” del Estado y reclamaron “justicia” por los militantes a favor de los derechos de los mapuches Rafael Nahuel y Santiago Maldonado, por cuya muerta acusaron a la ministra Patricia Bullrich.
El discurso fue seguido por miles de participantes que arribaron a la Plaza de Mayo sin banderas políticas, además de partidos y organizaciones sociales y políticas embanderados con estandartes de varios sindicatos y de partidos opositores.
En otro pasaje del discurso, el que fue leído por Estela de Carlotto, se acusaba al gobierno también de impulsar un “discurso que impulsa el olvido y justifica de los delitos de lesa humanidad” lo que “no genera un clima propicio para quienes aún quieren indagar su identidad”.