Por los aumentos de la nafta y los altos costos de vida, para los argentinos movilizarse en un auto paso a ser un privilegio. Según un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda el costo de mantener un vehículo aumentó hasta un 51% en el último año.
El estudio reveló que el gasto promedio de mantener un auto de gama baja aumentó 51%, el de gama media un 48% y el de gama alta hasta 47%. En lo que va del gobierno de Mauricio Macri, el aumento fue de más de un 224 %.
Los economistas de las UNDAV señalaron que la devaluación económica que se vive en el país generó en la industria automotriz “un aumento de precios considerable en las unidades que se comercializan en el mercado local” así como también en “todo el conjunto de rubros que hacen al mantenimiento de los vehículos, que siguen verificando importantes correcciones de precios en los últimos meses”.
Por otra parte, el informe analiza que “en contextos de fatigadas finanzas familiares, estos aumentos no hacen más que carcomer los ingresos excedentes después del consumo de productos y servicios de primera necesidad”.
Si se lo mide por cantidad de sueldos, se necesita más de la mitad de un salario medio (56%) para poder afrontar los gastos de un automóvil económico. Para principios del 2016 la remuneración promedio era de $ 15.823, mientras que a enero de 2019 se estimó en $ 35.495.
Los aumentos se debieron a que el peaje en zonas urbanas se encareció 63,5%, mientras que el alza anual en el combustible fue del 56,9%. En tanto, por debajo de la inflación general se tienen la VTV, con subas del 43%, y el estacionamiento, con 37% en el acumulado anual.
El informe agregó que este incremento de costos tiene un correlato directo en los precios de las unidades 0Km. Según el indicador de precios que elabora el Ministerio de la Producción, en el 2018 los vehículos nuevos subieron 81,6%. Frente a 2016 treparon 115% y desde la llegada de Cambiemos, a diciembre del año 2015, los valores se dispararon 185%.
Asimismo, el informe de la Universidad de Avellaneda señala que “el sector automotriz viene siendo uno de los más afectados por la devaluación, los aumentos en los costos productivos, el crédito caro y el achicamiento del mercado interno”.