El sector manufacturero sólo trabajó al 56,6% de la capacidad instalada, el nivel más bajo desde julio de 2002 cuando el país afrontaba la peor crisis de su historia.
De acuerdo con los datos del INDEC, la utilización de la capacidad instalada en el sector fabril se ubicó en diciembre pasado en el 56,6%, lo que significó una baja del 7,4% respecto del registrado en el mismo mes de 2017 (64%).En comparación con noviembre del año pasado, el retroceso es de 6,7 puntos, lo cual confirma la profundización del proceso recesivo.Según la estadística oficial, en la caída se destacan el rubro textil y el automotriz, en parte por paradas técnicas propias de la industria, con niveles de ociosidad de más del 65%.
El indicador refleja directamente el proceso crítico que atraviesa la producción, que en diciembre verificó un derrumbe del 14,7% en la medición interanual y cerró 2018 con una baja acumulada del 5%. Los bloques sectoriales que presentaron en diciembre niveles de utilización de la capacidad instalada superiores al índice general fueron: refinación del petróleo (77,4%), industrias metálicas básicas (69,4%), papel y cartón (66,8%), sustancias y productos químicos (66,4%), productos minerales no metálicos (61,5%) y productos alimenticios y bebidas (58,9%).
Los bloques sectoriales que se ubicaron por debajo del nivel general de la industria fueron: productos del tabaco (56%), edición e impresión (48,9%), productos de caucho y plástico (47,2%), la industria metalmecánica excepto automotores (42,8%), productos textiles (32,3%) y la industria automotriz (25,6%).
El menor nivel de utilización del bloque se explica principalmente por la baja registrada en la elaboración de bebidas, a partir de la menor producción de aguas y sodas, bebidas gaseosas y cerveza. El bloque de productos del tabaco muestra un nivel de utilización de la capacidad instalada de 56% en diciembre de 2018, menor al de igual mes de 2017 (61,8%), asociado a una merma en la elaboración de cigarrillos.