La pérdida del trabajo es una de las principales preocupaciones de los argentinos en un contexto de cierre de industrias, comercios y caída del consumo. Según datos del Ministerio de Producción y Trabajo, en los últimos 12 meses medidos en la Argentina de Mauricio Macri se destruyeron 172.200 empleos en blanco.
Los datos oficiales son poco alentadores ya que sólo en noviembre del año pasado se perdieron 24.700 puestos laborales. “En noviembre de 2018 se contabilizaron unos 12.178.000 de trabajadores registrados, observándose una reducción en términos anuales de 172.200 empleos”, explicó Ergasto Riva, director general de Estadística de la dependencia.
Se estima que con los datos completos de 2018, que se conocerán a fines de febrero, marcarán una disminución de alrededor 200.000 empleos formales. Esa caída del empleo es superior a las de las recesiones de 2016, 2014 y 2012. .
Segmentado por regiones, el empleo asalariado registrado interanual se redujo muy fuerte en la provincia de Buenos Aires (-47.000), también en la Ciudad de Buenos Aires (-25.800), en Córdoba (-10.000), Santa Fe (-8.500), y en Chaco (-5.200), entre otros, mientras aumentó solamente en Jujuy (2.100), Neuquén (5.000) y Mendoza (400).
La mayor caída interanual corresponde a los asalariados del sector privado, con 117.700 trabajadores menos, de los cuales los segmentos más perjudicados fueron: la industria (61.800), el comercio (30.800) y la construcción (18.800). Hubo aumentos en agricultura (+7.600), la minería (3.900), servicios sociales y salud (1.600) y enseñanza (7.100), entre otros sectores que no generan niveles de empleo significativos.