Luego de algunas versiones, la empresa Molinos Río de la Plata compró la planta de La Salteña que funciona en el Sector Industrial Planificado de Almirante Brown, en Burzaco. Con la venta, crece la incertidumbre entre los trabajadores, que se mantienen “en estado de alerta” porque los nuevos dueños quieren “a la empresa sin personal”, según versiones que le llegaron a los empleados.
Con la transacción, la alimenticia se queda con la fábrica ubicada en el parque industrial ubicado en Burzaco -donde por estos días se desempeñan un total de 500 personas-, la cual cuenta con “tecnología de punta para exportar”.
“Nuestra esperanza es que los nuevos dueños mantengan las condiciones de los trabajadores y logren mejorarlas, pero ahora tenemos incertidumbre”, declaró Ezequiel, delegado de los trabajadores de Burzaco.
A través de un comunicado a la Bolsa de Comercio, la firma que pertenece al grupo Pérez Companc señaló que la compra de la fábrica de pastas “es un paso más en el marco de la estrategia de crecimiento de Molinos, que en los últimos dos años ha realizado inversiones por 100 millones de dólares”.
La retracción del mercado interno que se aceleró durante el año pasado, impulsó la decisión de la multinacional alimenticia General Mills de abandonar sus inversiones en la Argentina y concentrarse en otros países de la región. El gigante alimenticio de origen británico ya se había desprendido, hace tres años, de su negocio de panificados, vendiéndoselo a la mexicana Bimbo.