Es vecino de San José y se consagró como campeón de la ahora polémica Copa Libertadores, que esta tarde arrojará un campeón dando al vuelta en las tierras de los conquistadores. Es que Carmelo Villalba ganó aquella competencia vistiendo la camiseta de Argentinos Juniors y se metió en la historia grande del club como integrante de uno de los equipos más recordados de los últimos 50 años del fútbol argentino.
En 222 partidos jugados en los que no hizo goles, Villalba ganó cuatro campeonatos con el Bicho: metro 84, Nacional 85, la Libertadores el mismo año, la Interamericana y fue además subcampeón del mundo en aquella recordada final contra Juventus en Tokio, Japón, que tras empatar 2 a 2 la perdió por penales contra el equipo de Michel Platini.
Villalba levantó la copa el 24 de octubre de 1985, en la primera participación del Bicho de La Paternal en esa competencia internacional. Villalba tenía 23 años cuando se subió a la cima del fútbol de América, en el recordado equipo dirigido por José “Piojo” Yudica.
“El Concejo Deliberante de Almirante Brown distinguió a nuestro Campeón de América, Carmelo Daniel Villalba. ¡Muchas felicitaciones Maestro! ¡Cuánta falta hace su enorme capacidad en #AAAJ!”, lo saludó el club.
El Bicho en la Copa Libertadores
Argentinos empezó perdiendo en su debut copero ante Ferro, pero se recuperó con dos triunfos en Brasil: 2-1 a Vasco da Gama en Sao Januario y 1-0 a Flamengo en el Maracaná y en la semifinal se sacó de encima a Independiente, el campeón defensor del título.
Contra el América de Cali debió jugar tres partidos Argentinos. Ganó como local en la cancha de River, perdió en Cali (gol de Gareca) y forzó un tercer juego en el estadio Defensores del Chaco, de Asunción, Paraguay, donde empataron 1 a 1.
Los penales en la definición y el penal de Mario “Panza” Videla para desairar a Julio César Falcioni, el arquero del conjunto colombiano, le dieron la copa al Bicho. Y a Villalba lo mandó a los libros de historia, donde por siempre quedará registrado su nombre junto con el de un equipo inolvidable.