Hoy es el Día Mundial del Accidente Cerebrovascular (ACV), una enfermedad considerada, después de las cardíacas, la segunda causa de muerte y la primera de incapacidad en el mundo. En Argentina cada 4 minutos alguien sufre una urgencia médica causada por la brusca pérdida de flujo sanguíneo al cerebro.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 15 millones de personas sufren un evento vascular cerebral al año en todo el mundo. De este grupo, 5 millones mueren y otros 5 millones quedan discapacitadas de por vida.
La detección a tiempo y la pronta atención médica siguen siendo una de las claves para reducir considerablemente las posibilidades de muerte y discapacidad de los pacientes.
“El ACV es más devastador que un ataque cardíaco en especial por la incapacidad que provoca: generalmente parálisis de medio cuerpo y muchas veces pérdida del habla. Por eso, debemos recordar que es una enfermedad prevenible, tratable y recuperable, como muchas otras”, remarcó a la agencia Telam, Jorge Tartaglione, presidente de la Fundación Cardiológica Argentina.
Por eso, es importante reconocer los signos de alerta como el entumecimiento súbito o debilidad facial, del brazo o la pierna, especialmente de un lado del cuerpo, confusión súbita, o dificultad para hablar o comprender el habla; súbita dificultad para ver con uno o ambos ojos o para para caminar; mareos, o pérdida del equilibrio o la coordinación.
“Los síntomas pueden empeorar o mejorar, e incluso recuperarse por completo en pocos minutos u horas. Por eso, es fundamental saber que aunque los síntomas sean transitorios, igualmente anuncian que existe un problema vascular serio”, informa Tartaglione.
¿Cómo prevenirlo?
El ACV tiene los mismos factores de riesgo que la enfermedad coronaria: hipertensión arterial, diabetes, colesterol alto, tabaquismo, sobrepeso y obesidad, sedentarismo, consumo de sal, entre otros. Por lo tanto, es prevenible y el tratamiento de ellos ayudará a evitar el primer ataque cerebrovascular y los ataques cerebrales recurrentes.
“Es importante tener en cuenta que todas las personas tienen algún riesgo de tener un ACV o un infarto cardiaco. Si bien las más propensas serán aquellas que tengan mayor número de factores de riesgo. Por lo tanto, el control de los factores de riesgo se vuelve fundamental ya que muchos no producen síntomas durante años. Para esto, la consulta médica periódica y llevar una vida saludable es clave en la prevención”, agrega el médico.
Además, es fundamental hacer actividad física aeróbica y mantenerse en el peso adecuado. Comer sano, disminuyendo las grasas de origen animal y reducir el consumo de sal. La hipertensión arterial es uno de los principales factores de riesgo,ya que está presente en muchos de los pacientes que sufren un ataque cerebral en la Argentina.