Una médica de 28 años denunció haber sido agredida por un hombre que la “atacó sexualmente” y la “manoseó” cuando realizaba una guardia en el hospital “Evita Pueblo”, de Berazategui. El hecho ocurrió el martes a las 5, cuando la médica obstetra estaba de guardia y fue atacada por un hombre que “la tomó por el cuello y la manoseó por arriba de su ropa”, lo que le provocó un “principio de ahorcamiento”.
Según consta en la denuncia policial y judicial, “el atacante le rompió el guardapolvo y la médica se resistió y logró poner en fuga al hombre”, que se sospecha que ingresó por el sector del estacionamiento al hospital, ubicado en calles 136 y 29 de la localidad de Ranelagh.
Karina Fiquepron, directora del hospital, informó que la médica fue atacada cuando estaba “escribiendo en la computadora de la oficina de carga de datos de las historias clínicas”. “No está claro por dónde entró (el hombre). Estamos revisando las cámaras de seguridad, pedimos que se revisaran las últimas 24 horas para detectar cuando entró. No todo, pero gran parte del hospital está monitoreado por cámaras”, dijo la directiva del hospital.
Si bien la médica resultó ilesa, tuvo que ser sometida a un tratamiento psicológico debido a que permanece en estado de shock, por lo que se aguardaba su mejoría para que viera las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad.
Alarma por falta de seguridad
Al momento del ataque, el centro de salud sólo estaba custodiado por una mujer policía “que estaba en otro sector”, denunciaron a la prensa otros médicos, que señalaron que “por el tamaño del edificio tendría que haber al menos siete efectivos”.
“Cuando él escapó, ella contactó al jefe de guardia, hizo la denuncia y tomó conocimiento (del caso) la fiscalía”, precisó la directora del hospital. Pilar, una médica residente de ese centro de salud, contó que “el abusador entró y salió como quiso, sin dar un registro, sin que le tomaran los datos”, y detalló que el ataque se produjo en “un lugar con acceso restringido, en el que nadie ajeno al personal médico tendría que haber estado”.
“No tenemos garantías de seguridad para trabajar. La policía tardó en llegar y ella (la denunciante) tenía marcas en todo su cuerpo, sobre todo en la cara y cuello”, afirmó Pilar. La médica aseguró además que “ese tipo de casos se dan en toda la Provincia. La necesidad de seguridad es para todos los hospitales”, enfatizó.
“No funcionan los dispositivos mínimos, no está asegurada la presencia policial indispensable ni tampoco hay cuidadores hospitalarios capacitados y en número suficiente para evitar los riesgos a los que se encuentra expuesto el personal”, añadió el gremio.