En una jornada de histórica megadevaluación, el dólar cerró a 41 pesos, aunque en casas de cambio de Mendoza, por ejemplo, se vendió a 43, en la mayor disparada del billete desde diciembre de 2015, cuando asumió la presidencia Mauricio Macri, que hoy se mantuvo en silencio y fingió que nada ocurre.
Mientras tanto, con la city porteña ardiendo, con desconcierto, y en algunos casos escenas de pánico, el dólar registra su mayor disparada: el 18,8% a $ 40,97 en bancos y agencias del microcentro porteño.
Entretanto, por las redes sociales y por Wassap circuló un mensaje llamando a “cacerolazos en todas las esquinas del país” para pedir la renuncia del presidente de la Nación, que por boca de Marcos Peña, su jefe de Gabinete salió a decir una insólita frase: “no estamos ante un fracaso económico”, tiró, mientras el ministro Rogelio Frigerio se reunió con dirigentes peronistas con el rumor de un gobierno de unidad.
El Banco Nación salió a vender 500 millones de dólares de sus reservas para tratar de lograr lo imposible: frenar a un mercado que prevé que antes de diciembre el dólar llegue a los 46 pesos.