La apertura de importaciones ejecutada por el Gobierno de Mauricio Macri está provocando despidos, caídas de ventas y hasta el cierre de empresas. Hace una semanas, en la localidad bonaerense de Esteban Echeverría, cerró una planta de Adidas y ahora ocurrió lo mismo con la fabrica de zapatillas Gaelle en Avellaneda.
La fábrica fundada en 1982 dejó a 60 trabajadores en la calle que llegaron a la empresa, se encontraron con las puertas bajas y con carteles que informaban sobre el cese de actividades.
Los despidos y retiros voluntarios habían comenzado en mayo de 2016 con el despido de gran parte de los 300 trabajadores de la fábrica. En ese momento su fundador, José López, manifestó que desde que Macri llego al poder “los precios se disparan y se está perdiendo rentabilidad, nuestra ilusión es que pasen estos seis primeros meses que están siendo muy duros por los cambios”. La realidad no sólo no cambio sino que empeoró y ahora deberá cerrar sus puertas.
Desde la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado de la República Argentina denuncian que se perdieron 6.000 puestos de trabajo en el sector desde la apertura de importaciones por la imposibilidad de competir con productos provenientes del exterior.
Las Pymes del sector vienen reclamando al gobierno nacional el cierre de las importaciones por el plazo de un año. En tal sentido, piden que se declare la Emergencia de la Industria del Calzado. Los reclamos no tuvieron una respuesta del gobierno nacional y provincial, que siguen aplicando medidas económicas que afectan el trabajo argentino.