Un nutrido grupo de vecinos, amigos, familiares y conocidos del joven fallecido en el calabozo de la comisaría 3ra. de San José marcharon esta tarde a la puerta de la comisaría para reclamar justicia por la muerte de Maximiliano Reynoso, de 30 años.
“Mi hermano jamás se hubiera matado, es imposible eso. Pasó muchas cosas feas y dolorosas y nunca bajó los brazos. Se va a saber la verdad, no los vamos a dejar así esto”, le dijo entre lágrimas a Brown On Line Rocío, hermana de la víctima.
Bajo una lluvia persistente, marcharon a la puerta de la comisaría donde hace menos de un año Gonzalo Fernández murió del mismo modo que Reynoso. “El comisario se nos ríe en la cara. Por qué no nos atiende”, gritaba un vecino mientras la gente cantaba “Asesinos, asesinos”, ante unos 80 policías dela guardia de Infantería que se interponían entre los 150 vecinos y la sede policial.
La familia de Gonzalo Fernández acompañó a los familiares de Reynoso, así como también se movilizó Noemí, la mamá de Leonel Sotelo, que murió después de que el oficial Fattori le dispara por la espalda.
Maxi era fletero, trabajaba por cuenta propia y fue detenido junto con otras dos personas, ayer por la mañana en la esquina de Martín Arin y Nother, en Rafael Calzada. Según la policía, se encontraba en la vía pública con un arma.
Un rato después de haberlo detenido, los policías de la comisaría 3ra. llegaron a la casa, preguntaron si allí vivía Reynoso y se retiraron. Dos horas más tarde les avisaron a la familia que el joven había muerto. “Lo encontraron tirado en el pasillo, muy golpeado”, contó una fuente a este medio.