A pesar de haberle aplicado un castigo feroz a su rival, de haberla desparramado en el ring y de que el médico parase la pelea porque la local no podía seguir, la pugilista de Rafael Calzada Bárbara Rivero sufrió un despojo que su entrenador calificó como histórico al perder ayer por puntos en Nápoles ante la local Amira Cannizzaro.
El juez dejó sin campeonato mundial a la pupila de la escuela de boxeo Santos Zacarías, que se quedó a la puertas de Título Mundial Femenino del Peso Supergallo Universal Boxing Council (UBG), que estuvo vacante hasta ayer, en una pelea disputada en Italia.
Brown On Line se comunicó con Alberto Zacarías apenas terminó la pelea. “He asistido al robo más grande que me ha tocado ver en la historia del boxeo mundial”, resumió. El médico paró la pelea en el sexto round por las lesiones que Rivero le provocó a la italiana en el ojo, la boca y la nariz. “Y el árbitro, en vez de darle por ganada la pelea a Barbi mandó la pelea a las tarjetas”.
“Lo que vi hoy nunca lo había visto en un ring. Barbi la mandó al piso y el árbitro no le contó. El mismo árbitro la llevaba al rincón. Barbi le dio una paliza descomunal”, dijo Zacarías.
“Los jueces ni siquiera leyeron los puntajes de la tarjeta: dieron por ganadora a la italiana y listo”, narró Zacarías, entre el dolor y la indignación. “De manera ilógica el árbitro determinó que se debía ir a las tarjetas cuando debía darle ganada la pelea a Barbi porque el médico dijo que la italiana no podía seguir. Barbi Rivero ganó por KO, por abandono y por puntos”.
“Fue lamentable lo que hicieron los jueces y el árbitro, porque Barbi recibió las felicitaciones de toda la gente que sabía que ella ganó la pelea”, dijo Zacarías, que le agradeció la garra a su pupila. “Me hizo quedar extraordinariamente bien y se que Barbi va a ser campeona del mundo porque es mucho más boxeadora de lo que parece”, elogió Zacarías.