Se crió en el barrio El Gaucho, de Burzaco y aunque los años lo llevaron a José Mármol, Gastón Barrabia responde que es de Burzaco cada vez que alguien quiere saber de dónde salió este tanguero que tras 17 años de formar una banda de rock pesado compuso sus tangos y este viernes a las 21 los toca y los canta en Adrogué.
“No cambio, acumulo, pero la fusión nunca me terminó de cerrar, me gusta el folklore tradicional y el tango clásico”, le dice Gastón a Brown On Line. “El folklore y el tango me hicieron querer más a mi país”, dice de su presente sin renegar de su pasado. Es que Gastón tocó la eléctrica a todo lo que da en Pork, la banda que durante 17 años formó con su hermano antes de meterse en cuerpo y alma en el 2 x 4.
Hizo una parte de la escuela primaria en Burzaco y el final del secundario en Adrogué. En el medio se fue a vivir Rockville, en Mariland, Estados Unidos. Allí, haciéndole honor al nombre de la ciudad, empuñó una guitarra eléctrica por primera vez.
Gastón Barrabia presenta su primer disco de tango “Parrillando mis tangos del 1 al 10” el viernes a las 21 en Barocka, avenida Espora 1133, entre Jorge y Bouchard, de Adrogué. Entradas anticipadas $ 100. Será con Nicolás Tognola en el bandoneón, Gustavo Toledo en el contrabajista y Fede Gareis en la percusión.
“A los 20 años me enganché con Chango Rodríguez, Eduardo Falú, Los Chalchaleros, Jorge Cafrune y Los Fronterizos. Y empecé a acompañar a Juan Martín Di Salvo”, cuenta Gastón. Con él, tocó en un homenaje a Cafrune y la hija del Turco se emocionó hasta las lágrimas con el trino de la guitarra de Gastón. Y hasta conoció a Eduardo Falú. “Puedo decir que es uno de mis ídolos”, dice.
En su disco pinta la región en Milonga de la zona sur, donde relata las grandes personalidades culturales que viven y dejaron su marca y donde también planta bandera de identidad. “La urbe siempre te ignoró”, dice de este sur nuestro de cada día, como para hacerle justicia a una región poderosa. “La gente debería sentirse más orgullosa de vivir en el sur. Yo me siento orgulloso”.
Profesor y alumno
En el juego de enseñar y aprender, Gastón está de ambos lados del mostrador. “Pero el tango no está en las escuelas. Intenté cantar Por una cabeza, y y me di cuenta de que no podía acompañar. Entonces me compré discos de Carlos Gardel, de Edmundo Rivero y empecé a estudiar guitarra con Pablo Mastromarini, luego con Hernán Fredes y después con Juanjo Domínguez”.
Da clases en tres escuelas: el Instituto Modelo de José Mármol, la escuela 3 de Burzaco y la 10 de Claypole, chicos de la primaria, a quien les inculca el folklore. “Compongo canciones para los chicos en los actos y acudo a ritmos folklóricos para que conozcan lo nuestro. Los chicos de la primaria son angelitos y están abiertos a las propuestas. Siempre le nombro a los compositores, cantamos las canciones de Falú y de Chango Rodríguez.”
Fanático de Ther Beatles, de Ricard Bach y de Eduardo Falú, dice: “Nunca me imaginé que iba a hacer un disco. Pero me salieron las letras, estuve trabajándolas. ya en las composiciones traté de dejar los prejuicios de lado. Son letras sinceras, transparentes. En el tango siento la chance de expresarme libremente, en el lenguaje en el cual me expreso, algo que en el folklore tal vez no me pasaba tanto porque a veces las letras me quedaba lejos porque yo me crié acá, en el conurbano.”