En los últimos dos años, el precio de los 50 medicamentos más consumidos por los adultos mayores trepó 98,9 por ciento en promedio, con picos de hasta 236 por ciento en algunos productos, muy por encima de la inflación registrada entre mayo de 2015 y mayo de 2017.
Los datos surgen de un relevamiento realizado el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), el Centro de Estudios Políticos para Personas Mayores (Ceppema) y la Asociación Latinoamericana de Gerontología Comunitaria (Algec). La situación se agrava aún más si se toma en cuenta que el PAMI viene recortando prestaciones, incluyendo la elevación de los requisitos para acceder al subsidio de 100 por ciento en la cobertura de los remedios.
Para dimensionar el impacto de los aumentos es necesario tener en cuenta que la mayoría de las personas de 60 años o más consumen en promedio entre 4 y 8 medicamentos. El informe advierte además que, según datos de Anses de 2016, el 52 por ciento de los mayores de 60 años o más cobra una jubilación o pensión menor o igual a la mínima, con lo cual se les hace inviable poder financiar con sus propios recursos el aumento en los precios de los medicamentos.
“Esto se traduce claramente en un golpe a la economía y a la salud de los mayores”, remarca el trabajo coordinado por Federico De Marziani, presidente de Ceppema, y Monica Roqué, presidenta de Algec.
Cardiovasculares: Atenolol, para la hipertensión arterial y taquicardias, aumentó de 67 a 225,4 pesos (236,4 por ciento). Acenocumarol (Sintrom), un anticoagulante para evitar ACV trepó de 60 a 179 pesos (198,3 por ciento). Furosemida, diurético para la insuficiencia cardíaca congestiva o hipertensión aumentó de 142 a 354 pesos (148 por ciento).
Los Respiratorios como el Fluticasona+salmeterol (Seretide) aumentó de 449 a 1084 pesos (141,2 por ciento). La Ciprofloxacina (Ciriax), antibiótico de amplio espectro subió de 189 a 294 pesos (55,6 por ciento) y la Amoxicilina (Optamox), uno de los antibióticos más utilizados pasó de 208 a 304 pesos (46,2 por ciento).