La Policía de la provincia de Buenos Aires, Gendarmería Nacional e Infantería desalojaron esta mañana de forma violenta la planta de la empresa PepsiCo Snacks de Florida, en el partido de Vicente López, que se mantenía ocupada por los trabajadores ante el cierre del establecimiento alimenticio, que optó por importar productos desde Chile y despedir a 600 personas. La policía no pudo abrir la puerta pero forzó el portón y entró a los tiros a la fábrica para desalojar a los trabajadores.
Los efectivos llegaron ayer por la noche a la intersección de la Avenida Constituyentes y General Paz y pasadas las 3 de la mañana partieron camino a la planta. A las 8, la Policía comenzó con el desalojo y arrojó gases lacrimógenos, además de detener a algunos manifestantes, disparó balas de goma y les pegó a los empleados.
“No queremos más despidos, no queremos represión, para los trabajadores la reincorporación”, era el cántito en la puerta de la empresa. Los trabajadores incendiaron neumáticos y contenedores de basura para evitar el avance de las fuerzas de seguridad, que dispararon gases lacrimógenos. “Así nos reprimen a las trabajadoras que defendemos nuestra fuente de trabajo”, contó una operaria, llorando por el efecto del gases, al canal C5N.
Los trabajadores están acompañados por referentes gremiales, militantes de organismos de derechos humanos, partidos de izquierda, vecinos de la zona y otros empleados pertenecientes al gremio.
Antes del operativo le habían solicitado a la jueza de Garantías número 3 de San Isidro, Andrea Rodríguez Mentaste, que “no apruebe el pedido del fiscal Gastón Larramendi, de desalojar la planta”. El fiscal había solicitado el viernes el desalojo de la planta de Florida que la empresa quiere trasladar a la ciudad de Mar del Plata y, según los trabajadores y la comisión gremial interna, esa demanda fue impulsada por “la patronal, que está en situación de abierta ilegalidad, ya que fue denunciada por lock out ofensivo, vaciamiento y discriminación total”, denunciaron.