Durante la noche del 3 de mayo tres delincuentes armados ingresaron en la casa del fiscal del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, Juan José González, quien tuvo a su cargo la recordada causa de los crímenes de Kosteki y Santillán.
Robaron algunas pertenencias y secuestraron a su hijo Juan Pablo González de 24 años junto a su novia de 25, los cuales fueron liberados en Lanús.
Un jefe policial informó que los ladrones se metieron en una casa de la calle Avellaneda al 1000, y redujeron a sus habitantes, el fiscal Juan José González, su esposa y sus dos hijos, una chica de 25 años y un varón de 24.
Los ladrones, según el informante, al escapar en su auto Toyota Corolla, se llevaron dinero, objetos de valor y a uno de los hijos del funcionario judicial junto a su novia como rehenes, seguidos por otros cómplices en un auto Ford EcoSport.
Los rehenes fueron liberados ilesos minutos después en la esquina de la avenida 9 de Julio y la calle San Lorenzo, zona céntrica de la ciudad de Lanús.
En la comisaría tercera de Lomas de Zamora, con jurisdicción en el lugar del robo, se instruyeron actuaciones por “robo en finca calificado por el empleo de arma de fuego, privación ilegal de la libertad y robo de automotor”.
“Fue un robo al voleo”, dijo la esposa del titular de la UFI n° 15 de Lomas de Zamora. “Nunca tuvimos custodia y no creo que nunca la tengamos”, agregó. Si bien hasta el momento la investigación maneja la hipótesis de que fue un robo al azar, el hecho también podría relacionarse con una serie de cambios que ocurrieron en la cúpula de la policía Bonaerense.