Por unanimidad, el Senado aprobó el proyecto de ley de Gratuidad de Tarifas del Servicio Eléctrico para pacientes electrodependientes. Ya tenía media sanción de Diputados y la Cámara alta lo convirtió en ley con 55 votos a favor.
Esta ley garantiza garantiza el servicio de energía eléctrica en los domicilios, en forma permanente y gratuita, a las personas electrodependientes por problemas de salud.
“Es muy angustiante saber que si se corta la luz mi hijo no va a poder respirar”, explicaba en 2016 Daniela Sandoval de General Rodríguez, mamá de Isaac, un adolescente que padece parálisis cerebral, síndrome de West y no regula su temperatura corporal. Está conectado a un respirador mecánico y su habitación está calefaccionada. En 2016 adeudaba $ 1.900 y, por esa falta de pago, le cortaron la luz el quinto día hábil del mes. Se acercó a Edenor y, tras explicar su situación le reconectaron el servicio a las cuatro horas.
Se denomina “electrodependientes por cuestiones de salud” a aquellas personas que requieran de un suministro eléctrico constante y en niveles de tensión adecuados para poder alimentar el equipamiento médico prescripto por un médico matriculado y que resulte necesario para evitar riesgos en su vida o su salud.
En la primera sesión del año, la cámara emitió 211 votos afirmativos al dictamen consensuado anoche en un plenario de comisiones redactado en base a una propuesta del ex funcionario y diputado kirchnerista Carlos Castagneto con el fin de solucionar el problema de las personas que deben tener luz para utilizar aparatología o mantener la cadena de frío de sus medicamentos.
Luz para ellos
A fines de mayo de 2016, la Asociación Argentina de Electrodependientes lanzó la campaña “Luz para ellos”, que buscaba juntar firmas a través del sitio web Change.org, para pedir el “urgente tratamiento para la ley de protección para los electrodependientes”.
Cientos de familias reclamaban una ayuda que regule estos casos de necesidad extrema. Hoy, con la aprobación de esta ley, un rayo de luz iluminó esta dramática realidad.
Así marchaban en 2016 reclamando una ley