Un fallo del Juzgado de Garantías Nº6 de Lomas de Zamora ordena al Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires a tomar las medidas necesarias para acondicionar el hospital José Esteves de acuerdo a parámetros de seguridad e higiene que respeten la integridad y dignidad de las personas allí alojadas.
El fallo tuvo lugar luego de un habeas corpus colectivo presentado hace tres años por la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) debido a las graves condiciones de internación y la ausencia de un plan de asistencia médica acorde a los parámetros establecidos por la ley de salud mental.
“Se reconoce un diagnóstico que venimos advirtiendo porque el lugar no cumple con las condiciones de dignidad humana básicas y elementales. Más allá de lo edilicio, también hay un factor relacionado a la seguridad y a la prevención de cualquier situación. Hay muy poco personal para atender a tantas personas, por ende los tratamientos para reinserción no son efectivos y en lugar de haber menos gente por resocialización, hay más”, indicó Roberto Cipriano, de la Comisión Provincial por la Memoria, al portal Info Región.
La idea de la Comisión que presentó el hábeas corpus es “transformar la vida de los pacientes, para que lugares como el Esteves dejen de ser depósitos de personas y se corran de los objetivos para los que fueron pensados”, señaló.
A partir de la notificación del fallo, el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires “debe arbitrar, con la mayor celeridad posible y en un plazo no mayor a los seis meses, las medidas necesarias para acondicionar el hospital, complementar y capacitar el cuerpo de profesionales para brindar un tratamiento acorde a los estándares exigidos por la ley de salud mental”.
“Esta resolución se fundó en pericias de seguridad e higiene que constataron fehacientemente las condiciones denunciadas por la CPM a partir de sus inspecciones: paredes, techos y mobiliarios deteriorados, humedad, falta de ventilación, baños tapados, olores nauseabundos, conexiones de electricidad precarias y ausencia de extinguidores de fuego”, precisaron.
Además de estas deplorables condiciones edilicias, el habeas corpus y las presentaciones ampliatorias —también reconocidas en el reciente fallo— advertían sobre la “falta de personal médico, la atención de solo un psiquiatra y dos enfermeras para 70 pacientes o más, y la falta de medidas activas para garantizar un tratamiento médico que, respetando los estándares en salud mental, lleve a la recuperación de los pacientes hasta lograr su externación. Estas condiciones configuraban un estado de completo abandono, vulnerabilidad y maltrato”.
Por estas razones, la CPM reitera su pedido para que se “tomen medidas urgentes que reviertan las graves violaciones a los derechos humanos que padecen las personas internadas en instituciones de salud mental”. “Estas personas constituyen de por sí un colectivo vulnerable que sufre el encierro en las condiciones más crueles e inhumanas”, concluyeron.
Fuente: Info Región
MAJESTUSO DIALOGO
– La naturaleza sólo permite un desarrollo muy lento. Favorece más fácilmente un cambio de especie que un cambio de conciencia. Yo soy más racional que ustedes, respondo racionalmente a los estímulos. Si alguien sufre lo consuelo. Si alguien me pide ayuda se la doy. ¿Por qué, entonces, usted cree que estoy loco? Si alguien me mira lo miro. Si alguien me habla lo escucho. Ustedes se han ido volviendo locos de a poco por no reconocer esos estímulos, simplemente por haber ido ignorándolos. Alguien se muere y ustedes lo dejan morir. Alguien pide ayuda y ustedes miran para otro lado. Alguien tiene hambre y ustedes dilapidan lo que tienen. Alguien se muere de tristeza y ustedes lo encierran para no verlo. Alguien que sistemáticamente adopta esas conductas, que camina entre las víctimas como si no estuvieran, podrá vestirse bien, podrá pagar sus impuestos, ir a misa, pero no me va a negar que está enfermo. Su realidad es espantosa, doctor. ¿Por qué no dejan de una buena vez la hipocresía y buscan la locura de este lado? Y se dejan de perseguir a los tristes,a los pobres de espíritu, a los que no compran porque no quieren, o porque no pueden, toda esa mierda que usted me vendería de muy buena gana; si pudiera, claro
HOMBRE MIRANDO AL SUDESTE.