El sábado 18 de este mes Adriana, una señora de 60 años, salió de su casa de la calle El Mirasol 3528, de San José, partido de Lomas de Zamora. Cuando regresó no podía creer lo que estaba viendo: en la casa que había construido su padre había una familia viviendo, como si ella nunca hubiera estado allí. Hicieron la denuncia en la comisaría 6ta. y al rato la policía fue hasta la casa y trajo a la dependencia policial a la acusada de usurpar el lugar, que dijo ser la dueña, ante la sorpresa de la familia y de la propia policía.
“La dejaron a mi mamá en la calle, con lo puesto”, denunció Carla Lozano, su hija, que se movió para reunir testigos que en la sede policial confirmaron que la madre de Carla vive esa casa desde hace muchísimos años. “Es una casa que construyó mi abuelo con sus propias manos. Esta gente actúa con una tremenda impunidad. Se pasean por el barrio como dueños de la casa de mi abuelo”, dijo la hija de la mujer damnificada.
La dueña de la casa se llama Adriana Mónica Rosales y el 18 de marzo se fue a la iglesia. Cuando regresó encontró a una familia viviendo en su casa. “La mujer que se metió en la casa trabaja en el sector de monitoreo del municipio de Lomas de Zamora”, aseguró Carla. Sin embargo, no parece tratarse de una sola persona que impulsivamente tomó la casa: son varias las personas que la ocupan. Los vecinos aseguran que nunca dejan la casa sola y que para ello reciben asistencia de personas que llegan en autos con alimentos.
El escudo en el que confían los usurpadores es que tomaron la casa junto con tres menores de edad. Pero la fiscal del caso tomó las declaraciones de vecinos que se ofrecieron como testigos y explicó a los damnificados que tenían que esperar la orden de desalojo. Pero adelantó que le creyó tanto a los testigos como a Adriana, la mujer que un día salió y se quedó sin casa.