La mesa chica de la CGT propondrá el próximo jueves, cuando se reúna el Consejo Directivo de la central sindical, las fechas del 5 o 6 de abril para la realización de un paro general si el Gobierno no cambia el rumbo económico.
El triunvirato de la central obrera está empujado por los gremios más golpeados por la política económica del gobierno de Mauricio Macri: con despidos, suspensiones y la caída abrupta del poder adquisitivo.
Para peor, hay sectores endurecidos que piden la cabeza de la cúpula, el sindicalísta y diputado nacional del Frente Renovador (FR), Facundo Moyano, dijo que el bancario Sergio Palazzo es una alternativa para conducir la CGT, al considerar deslegitimado al triunvirato que conduce la central obrera.
Las negociaciones tras conocido el índice de inflación del 2,5% de febrero, sumado al 1,8% de enero y un marzo que rondaría el 2%, se convirtió en sólidos antecedentes contra la política del Gobierno de fijar un techo en torno al 18%.
Las negociaciones arrancan en abril, por ejemplo entre un gremio golpeado, los metalúrgicos que deben negociar la nueva escala salarial, por lo que el gremio solicitará apertura de paritarias esta semana: van por un 30% de suba en la nómina.
Francisco “Barba” Gutiérrez, secretario de Relaciones Internacionales de ese sindicato y de Interior de la CGT., en un contexto de 10.000 despidos y 20.000 trabajadores incluidos en distintos regímenes de suspensión) dijo que “nos convocan para dialogar pero ya adelantaron que no se tocará la política económica, entonces para qué ir”.
Gutiérrez reclamó: “Tiene que haber un programa que contemple protección, fomento y estímulo; aranceles para mercadería del exterior del 35%, porque con arancel cero nadie en el país puede ser competitivo”.