El presidente del Club Atlético Temperley, Alberto Lecchi, que tomó el timón del barco tras la renuncia de Hernán Lewin -por los aprietes de la barra brava- acusó el golpe del ahogo financiero con que la AFA y el gobierno nacional someten al Gasolero a una crisis financiera acuciante: le deben 18 millones de pesos a una institución que según reveló Lecchi tenía las cuentas ordenadas hasta octubre de 2016, cuando el tironeo entre el Gobierno y la entidad rectora del fútbol empezó a poner en jaque los números.
En una entrevista que le concedió al diario La Unión Lecchi dijo: “En un mes entramos en cesación de pagos. Ya no tenemos de dónde sacar dinero. El club estaba muy bien, sólido económicamente, pero este descalabro nos pone en una situación extrema. Es imposible sobrevivir sin el dinero que nos debe la AFA”, denunció.
“Sabíamos el dinero que íbamos a percibir por mes, entonces hicimos el cálculo para que nos alcanzara la plata. En octubre estábamos con superávit y éramos uno de los tres clubes sin deudas. Fuimos castigados por hacer bien las cosas”, dijo con dolor. Y enfatizó que la guillotina cae con más pesos sobre los clubes más chicos. “En las crisis los castigados y los que sufren son los chicos”, analizó.
Lecchi dijo también que la idea de la FIFA, establecida en el estatuto que envió, es privatizar los clubes y que él está totalmente en desacuerdo con la idea de que instituciones sin fines de lucro se conviertan en sociedades comerciales que nada tiene que ver con el objetivo de su fundación.
El Celeste le debe dos meses -diciembre y enero- a su plantel profesional de fútbol. “Les tenemos que pagar porque eso prometimos, pero en la lógica que quieren aplicar algunos dirigentes está la idea de que haya un torneo de 20 equipos. Yo prefiero que me hagan descender por decreto y no como lo están haciendo porque es una competencia desigual y desleal”, dijo el presidente del Cele, que encendió la alarma de una crisis que pone a Temperley al borde de un inmerecido colapso.