El lunes en horas del mediodía el conductor de un tren que circulaba por la zona de la estación de Burzaco debió frenar de golpe para evitar atropellar a una mujer que intentó suicidarse. Siete horas más tarde en las mismas vías del ferrocarril Roca una persona se arrojó al paso del tren cuando la formación circulaba por la zona de la estación de Longchamps.
El hecho ocurrió el lunes pasado a las 19,10 en las vías de Longchamps, donde un hombre de 88 años que vivía en Glew se arrojó bajo la formación del servicio Roca a la altura de la barrera de la comisaría en la calle Francia. El abuelo falleció de inmediato.
Según algunos testigos del hecho y fotos a las que pudo acceder este medio, el tren seccionó el cuerpo en dos partes y terminó con la vida del abuelo, que aparentemente estaba atravesando problemas de depresión que lo llevaron a tomar esa drástica determinación.