Ayer, la Cámara de Diputados convirtió en ley por 166 votos contra 5 negativos y tres abstenciones la reforma al impuesto a las Ganancias, que eleva el mínimo no imponible a 37.000 pesos brutos (30.500 de bolsillo) para casados con dos hijos, y a 27.941 pesos brutos (23.200 de bolsillo) para solteros, con el objetivo aliviar el costo de los trabajadores que seguirán alcanzados por este gravamen.
Fue una sesión rápida, sin debate alguno y sin los diputados del Frente para la Victoria que abandonaron el recinto de votación. A partir de ahora, además, le cambiaron el hombre al famoso impuesto a las ganancias. Ahroa se llamará “impuesto a los ingresos”.