Antony, el primer perro clonado de América latina, llegó al país proveniente de Corea del Sur para encontrarse con la familia argentina que lo encargó. Vacas, caballos, porcinos, incluso tigres, chitas y gatos ya fueron clonados en Argentina pero no perros; por esa razón, las muestras genéticas del Antony original fueron llevadas al país asiático donde -tras el procedimiento de clonación- nació la nueva mascota, a la que la familia ya bautizó con el mismo nombre.
El perro -como su original- es una mezcla de galgo con callejero, pesa unos 16 kilos, es curioso, inquieto y algo torpe en los movimientos, como cualquier otro cachorro de seis meses, y ya desarrolló un apego importante con quien se hizo cargo de él hasta el encuentro de mañana con su familia.
En Argentina, la clonación del primer can pudo hacerse gracias a un acuerdo con los biólogos y veterinarios del Laboratorio de Tecnología Animal de la Facultad de Veterinaria de la UBA, en su primera fase. Se extrajo el material genético de la mascota que murió y se lo sometió al procedimiento habitual para las clonaciones. “Después ya en el laboratorio de Corea, fue expuesto a la reproducción celular, hasta que nació el nuevo can”, explicaron desde el laboratorio.
Daniel Salamone, director del Laboratorio de Tecnología Animal de la Facultad de Veterinaria de la UBA, dijo a Télam que su departamento de reproducción animal tiene ya un largo recorrido en clonación de vacas y caballos.
“También en ese laboratorio de la Facultad de Veterinaria de la UBA hemos realizado las tareas que permitieron clonar porcinos, tigres, chitas, y gatos en otros laboratorios del país pero que en torno a los canes estamos ante el primero de su especie”, confirmó.
Salamone estimó que “introducir modificaciones genéticas, no perder las genéticas de valiosos animales -como los caballos pura sangre, campeones ovinos- y conservar especies en riesgo de extinción son las más comunes razones hoy por hoy para encarar clonaciones”.
Sin embargo, no rechazó la idea de una ciencia que pueda ofrecer herramientas para responder a iniciativas privadas como la clonación de perrois y anunció que los beneficios de estos convenios pueden ayudar a solventar la actividad académica. Estados Unidos, Canadá, Japón, India, Inglaterra, Rusia, Arabia y México son algunos de los países que registran más clonaciones de mascotas en el mundo, costumbre más vista en el ámbito del espectáculo que en otros círculos aunque ya se visualiza entre familias de altos ingresos, ya que “darse ese gusto” cuesta entre 70 y 100 mil dólares.
que hermoso poder tener un reflejo del primer perro que uno tuvo… aunque sea un clon….