Cifras que alarman. Según un registro que lleva adelante la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense un integrante de la policía de la Provincia de Buenos Aires es detenido cada treinta horas.
Según estos datos, al menos 27 son de alto rango y ocupaban puestos importantes cuando fueron esposados. En la lista figuran tres comisarios mayores y dos inspectores. También once comisarios y once subcomisarios, muchos de ellos a cargo de comisarías.
Según un informe del diario PERFIL, el número de apartados se triplicó respecto al mismo período del año anterior. Además, se duplicó la cantidad de denuncias a policías por mal desempeño o irregularidades: de 17.200 denuncias recibidas en 2015, se pasó a 35 mil.
En cuanto a los sumarios administrativos, se detalló que se iniciaron 7.514 en 2016, casi el doble que el año anterior (4.200).