La primera apareció a comienzos de semana. La segunda hoy. La encontraron dos chicos mientras jugaban. Ambas en el mismo lugar: Don Orione. Dos serpientes de apariencia ponzoñosa pero no venenosa sacudieron a los vecinos de ese barrio, que por la psicosis que generó la picadura de la yarará en San Isidro enseguida encendieron las alarmas.
En Villaguay y Florencio Sánchez apareció la serpiente, de tamaño chico, pero nadie podía asegurar que no se trata de un ofidio venenoso. Un veterinario consultado para esta nota le dijo a www.brownonline.com.ar. “Las serpientes viven en amplias zonas no sólo en lugares húmedos y aunque no es común verlas se las puede encontrar en cauces de arroyos o en zanjas”, aportó.
Respecto de si las serpientes pequeñas pueden resultar venenosas, el especialista dijo que no es una cuestión de tamaño sino de la propia especie. “La serpiente coral por ejemplo es una de las especies más venenosas entre los oficios y es pequeña, pero por el clima una coral no puede sobrevivir en Buenos Aires si no vive en cautiverio”.
“A mi primera vista no resultarías ser ofidios venenosos pero de todos modos la recomendación es que quienes las hallaron puedan acercarlas a un especialista o a una institución municipal para poder determinar el tipo de especie y aplicar un protocolo de seguridad para la población”, amplió el médico.