Como forma de protestar contra el “Operativo Aprender 2016” que durante dos días pretende evaluar a los alumnos de las escuelas públicas con preguntas cerradas y sin atender el contexto social de los chicos, estudiantes del Colegio Nacional de Adrogué tomaron hace instantes el edificio, tal como hicieron ayer los alumnos del Antonio Mentruy de Banfield.
Aixa, alumna de ese establecimiento, explicó a www.brownonline.com.ar que el nuevo sistema de evaluación no admite las respuestas abiertas por ejemplo y es una prueba estandarizada que pretende evaluar a todos los alumnos del país con el mismo examen. “Quieren hacer un ranking de escuelas, desprestigiándolas, estigmatizando a los alumnos por su condición social. Esto es injusto porque una evakuación estandarizada no refleja a la educación como proceso, porque cada alumnos tiene una realidad distinta. Quieren desprestigiar la educación pública, que es un derecho de todos, no una competencia”.
Se trata de un examen de opción múltiple con 24 preguntas en cuatro áreas -lengua, matemática, sociales y naturales- que el gobierno nacional tomó de Estados Unidos y que va a evaluar con la misma vara tanto a alumnos de un colegio privado de Palermo como a chicos de una escuela de Don Orione. Por eso también los docentes apoyan a los alumnos. “Quieren desprestigiar la educación pública, culpar al gobierno anterior de todos los problemas educativos actuales y decir que la educación pública no sirve”, denunciaron los alumnos.
“Queremos que los directivos defiendan como nosotros el derecho a una educación para todos. Pero los directivos están en contra de nosotros porque tiene puesta la camiseta del gobierno”, denunció la joven.
Hace unos días el ministro de Educación, esteban Bullrich, dijo en el Coloquio de Idea y ante los empresarios de la Argentina que el sistema educativo argentino público y gratuito no sirve más. “Eso pretenden hacer, desprestigiar un sistema que en los últimos años incorporó a 1,2 millones de alumnos en los últimos años”, salió a responder el ex ministro del área, Alberto Sileoni, que denunció que se trata de una campaña de desprestigio orientada hacia el arancelamiento de la educación pública argentina.