Además de las 17.000 dosis de cocaína fraccionadas en papel metalizado y 16 armas de fuego, entre ellas tres fusiles de guerra -uno con mira telescópica, dos ametralladoras robadas a la Policía Bonaerense-, cuatro escopetas calibre 12/70 tipo Ithaca, tres carabinas, dos rifles calibre 44/40, dos revólveres -calibres 38 y 32- y una importante cantidad de municiones de diferentes calibres, los narcotraficantes de la superbanda narco de Villa Betharram tenían una pitón blanca en la habitación donde guardaban el arsenal secuestrado.
En un video del operativo difundido por los investigadores, se puede observar que esa pitón blanca, de aproximadamente dos metros de largo, tuvo que ser encerrada por los policías en un canasto para ropa sucia, ya que, según explicaron los detectives, estaba suelta en la misma habitación donde se almacenaban fusiles, ametralladoras, escopetas y municiones para evitar el robo de las armas.
El comisario inspector Rodrigo Rodríguez, jefe de la Delegación Lomas de Zamora de la Dirección de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas explicó que la causa “se inició en los primeros días de marzo”, que “la organización fue desbaratada en su totalidad” y que se logró la detención de “los cabecillas de la banda”, conocidos como “Fernando” y “Canchi”, quienes se turnaban para administrar la actividad delictiva en la zona.
“La villa se dividía en dos turnos. Un turno estaba a cargo de una persona y el segundo turno estaba a cargo de otra persona que también resultó ser detenida”, dijo Rodríguez. También se estableció que otros dos supuestos integrantes de la banda eran dos hombres apodados “Tío” y “Corona”, quienes se encargaban del traslado de la droga desde los lugares de ocultamiento hasta los puestos de venta y de juntar las recaudaciones de las mismas para, luego, entregarla a “Canchi”.
Según las fuentes, la banda reclutaba a “vendedores” o “dealers” de la cocaína en la vía pública, a quienes no sólo se les pagaba con dinero. Rodríguez contó que esos vendedores trabajaban para los narcos “mitad por dinero y mitad por estupefacientes” y que ellos “tenían la cantidad indispensable (de droga) para la venta del día”.
El jefe del operativo informó que durante el transcurso de la investigación se obtuvieron filmaciones de algunos puestos de venta en las que se observan que “se formaban colas de hasta cincuenta metros de distintos compradores”, tal como se observa en el video difundido.
El comisario inspector agregó que “esta organización tenía enfrentamientos por el territorio con facciones de otros barrios linderos como la villa Palito, que se encuentra en los fondos de Villa Betharram”. Además, se secuestró un chaleco antibalas perteneciente a la Policía de la Provincia de Buenos Aires, tres handys, seis celulares y unos 180.000 pesos producto de la venta de la droga.