La policía desbarató el viernes a la noche a la superbanda que controlaba Villa Betharrám. Los detectives realizaron 15 allanamientos simultáneos en Monte Grande, Adrogué y Lomas de Zamora para dar con esta peligrosa organización delictiva.
En el operativo detuvieron a 9 personas, entre ellos los jefes de la banda e incautaron un arsenal de armas de grueso calibre como ametralladoras automáticas y fusiles de asalto, además de 17 mil dosis de drogas y dinero en efectivo.
Según informaron fuentes policiales, este operativo no tiene precedentes en zona sur: la investigación duró más de cinco meses y se destacó por el gran trabajo que hicieron los policías de inteligencia, quienes tuvieron que infiltrarse para identificar a los jefes criminales de Betharram. Para dar con ellos, se infiltraron en restaurantes de lujo y boliches de alta categoría.
Según pudieron averiguar los investigadores, los líderes vivían una vida de lujos: manejaban hasta 2 millones de pesos por semana, gastaban hasta 25 mil pesos en alcohol (cada uno) por noche, usaban ropa de las primeras marcas, joyas caras, se manejaban en autos de alta gama (de valores superiores al medio millón de pesos) y tenían motos de agua y costosas propiedades.
Con el objetivo de “diferenciarse” de otras bandas, tenían como identificación un collar con un dije con la forma de un fusil de asalto FAL. De esta manera marcaban las jerarquías y el poder.
Además, la policía colocó dispositivos de rastreo satelital e intervino los celulares que los delincuentes. De esta manera pudieron averiguar que la banda delictiva utilizaba más de una docenas de soldados (dealers) en diferentes posiciones estratégicas en la Villa Betharram.
En las investigaciones, los detectives ocultos pudieron ver como las personas formaban filas largas filas (que alcanzaban hasta los 100 metros) para comprar la droga de esta banda.
Además de tratar el negocio de la droga, en las escuchas los delincuentes también hablaban de diferentes crímenes que habían realizado por encargo.