Especialistas recomendaron durante un congreso usar poco el teléfono celular debido a los efectos que podrían tener en la salud las ondas electromagnéticas, y citaron estudios que muestran relación -aunque no un riesgo directo- entre el uso sostenido de móviles con el desarrollo de tumores.
Al participar en Bahía Blanca de las Segundas Jornadas bahienses sobre Campos Electromagnéticos, el jefe de Neurooncología del Hospital “Angel Roffo”, Ignacio Casa Parera, explicó que “las antenas, como otros aparatos y la telefonía celular e inalámbrica emiten ondas electromagnéticas de baja frecuencia”.
“A partir del año 2000 se ha juntado evidencia de que (esas radiaciones de radiofrecuencia) tendrían un impacto en la salud. Esto fue lento y progresivo”, explicó, y señaló que “aparecieron estudios epidemiológicos y casos aislados, como un cáncer de mama; otro parecido porque (el celular) se usaba en el escote; y cáncer testicular o problemas de fertilidad en quienes usaban el teléfono celular en los bolsillos”.
Casas Parera también dijo que “posteriormente aparecieron tumores en el sistema nervioso central y hubo un estudio en Interphone que fue muy importante, en el cual el resultado demostró que no había efecto adversos o generación”.
El estudio Intherpone es promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a través de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC), con el foco puesto en la relación entre teléfonos móviles y la aparición de determinados cánceres cerebrales.
El especialista aclaró que en el marco de dicho estudio hubo un grupo de personas denominadas “heavy users”, que usaron el teléfono más fuerte y más de 30 minutos por día, “quienes tuvieron un riesgo mayor en desarrollar tumores en el sistema nervioso.
“Toda la investigación que hemos hecho es a partir de los últimos cinco o seis años”, expresó Casas Parera. El médico contó que “en el 2011 la OMS catalogó a las ondas electromagnéticas de baja frecuencia, incluidas las radiaciones emitidas por telefonía celular o inalámbrica, porque el teléfono inalámbrico también emite, fue incluida como 2B, que significa posiblemente cancerígeno. Eso fue en el 2011 y publicado en los libros de la OMS y de la IARC en el año 2013, y se mantiene hasta el día de la fecha”, dijo.
Por su parte, Alejandra Báez, neuróloga y especialista en oncología clínica, expresó que “si bien no hay estudios que han demostrado que el riesgo es directo, sí hay en donde se demostró que las personas que más usaban el tiempo el celular tuvieron más desarrollo de tumores en el sistema nervioso central, como meningiomas y tumores de parótidas”.
Cómo prevenir
- Usar el teléfono celular o enseñar a usarlo el menor tiempo posible, con manos libres, usar audífonos que tienen tubos aéreos y no por el cable porque también terminan siendo un receptor.
- Cuando uno se aleja y se va a una zona rural o zona suburbana donde las antenas están lejos, el teléfono hace más esfuerzo por recibir esa señal, entonces si uno habla y habla diariamente, tiene más chance de tener o desarrollar algún tipo de patología.
- Báez enfatizó la conveniencia de “usar los mensajes de texto” pero “en espacios cerrados no usarlo, porque aumenta la penetración de ondas electromagnéticas”.