Un hombre fue baleado cuando intentaron robarle la camioneta frente a su casa de la localidad de Caseros y falleció luego de tres días de agonía en un hospital. Su mujer, que profesa el credo de los Testigos de Jehová, no firmó el consentimiento para que le efectuaran la transfusión de sangre necesaria para poder practicarle una cirugía, informaron fuentes policiales y familiares de la víctima.
En tanto, el hermano del hombre fallecido dijo esta mañana en declaraciones realizadas a la prensa que su hermano no practicaba esa religión y que planea llevar adelante “acciones legales” contra su cuñada por la decisión que tomó.
El hecho ocurrió el viernes último alrededor de las 18, cuando el hombre, llamado José Alberto López, salía de su casa ubicada en Directorio al 3200, en Caseros, partido de Tres de Febrero. López subió a su camioneta Ford EcoSport estacionada en la puerta para ir a hacer unas compras cuando fue interceptado por varios delincuentes armados con intenciones de robo y aparentemente él decidió acelerar para escapar.
Siempre según la información suministrada por la policía, los delincuentes efectuaron al menos dos disparos, uno de los cuales atravesó la ventanilla y le impactó en la zona izquierda del cuerpo, luego de lo cual perdió el control del rodado, subió a la vereda y chocó contra la pared de una casa vecina.
“Pasa un auto tripulado por gente lamentablemente despiadada en un Ford Kinetic, se bajan increpándolo, tratan de abrirle la puerta”, dijo Víctor López, hermano de la víctima, y agregó que luego los ladrones, “sin vacilar, le tiran un tiro en la parte del guardabarros y otro tiro que impacta por la ventanilla, ocasionándole una herida en el cuerpo”.
Los delincuentes escaparon sin concretar el robo y López quedó en el lugar sentado al volante de su vehículo, con una grave herida de bala en la zona intercostal que le afectó uno de los pulmones, por lo que su mujer, de nombre Margarita, y uno de sus vecinos lo trasladaron al hospital Ramón Carrillo, en Ciudadela.
“Me entero el lunes que mi hermano está mal, me dirijo al hospital, hablo con el médico y me informa que está mal, que está grave”, recordó Víctor, y agregó que el doctor le dijo que había “un pedido por parte de la señora (por Margarita) para que no le den sangre”.
Víctor aseguró que a continuación habló con su cuñada, le dijo que su hermano “se estaba muriendo” y había que “transfundirlo urgente”, pero que ella le respondió “muy sueltamente ‘tu hermano no se va a morir, quedate tranquilo, tu hermano tiene Fe en Dios’”.
“Mi hermano no era Testigo de Jehová, con el hijo (de otra pareja) de Margarita he hablado y me dijo que él no estaba muy seguro en el tema de la religión”, dijo Víctor, quien afirmó que cuando al día siguiente se encontraba en la sede de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de San Martín con la intención de averiguar si el fiscal en turno, Héctor Scebba, podía interponer una orden de transfundir a López, lo llamaron para avisarle que acababa de fallecer.
Por otra parte, y pese a los dichos del hermano de la víctima, el director ejecutivo del hospital Ramón Carrillo, Javier Cima, relató que además de Margarita se presentó en el centro asistencial la autoridad eclesial del templo al que concurría la mujer, quien “tuvo comunicación con los médicos de la terapia intensiva” y dio “el aval desde esta autoridad religiosa” para que el hombre no recibiera sangre.
“El paciente llegó en estado crítico, inconsciente y acompañado por sus familiares y, teniendo en cuenta que en el primer momento se dijo que profesaba el culto de Testigos de Jehová, cuando hubo la necesidad de proponer la transfusión se tomó la decisión a partir de lo que definió la esposa y esto lo definió también por escrito”, relató Cima.