Cada día, un promedio de siete personas son engañadas con “secuestros virtuales” y terminan pagando o entregando bienes por falsos raptos, una modalidad delictiva que viene en aumento en los últimos tiempos. En lo que va del año ya hubo 1.200 casos.
Este jueves, se conoció el caso de un empresario, dueño de una importante cadena de pinturerías de la zona oeste del Gran Buenos Aires que pagó 50 mil dólares cuando un grupo de delincuentes lo llamó y le aseguró que tenían secuestrado a su hijo, lo cual se trató de una mentira.
“Durante el primer semestre se viene registrando un promedio de 50 casos con secuestros virtuales que son exitosos para las bandas, logrando recibir dinero o bienes materiales de los damnificados. Pero sabemos que sólo se denuncia el 25% de los hechos”, reveló una fuente judicial a Diario Popular.
La cifra surge principalmente de 300 denunciados en fiscalías y 900 como parte de la denominada cifra negra.
Como actuar
Para evitar este tipo de delitos, los investigadores y especialistas recomiendan, nunca decir el nombre completo de la persona a la que supuestamente tienen secuestrado. Al recibir este tipo de mensaje de textos o llamadas telefónicas, nunca se debe brindar información personal, de algún familiar o actividad. Al mismo tiempo, hay que advertir sobre esta situación al resto de los integrantes de la familia.
Los delincuentes aprovechan la desesperación de las personas, mayormente mujeres, para obtener datos personales para lograr su objetivo.
Si el llamado informa sobre un accidente u otra situación de riesgo sufrida por un familiar, se recomienda comunicarse de forma inmediata con la persona a la que hace referencia el mensaje, utilizando un teléfono alternativo y siempre manteniendo la calma.
En todos los casos, se recomienda informar del hecho a la Policía.