Parece que el segundo semestre tampoco llegaré el año próximo. El Gobierno nacional tiene en carpeta una nueva ronda de actualización de los precios de los servicios públicos y el transporte a partir de 2017. Esto ocurre mientras espera que la Justicia habilite el tarifazo del gas que impulsó este año.
Según consigna el diario La Nación, la idea que está rondando en la Casa Rosada es hacer la inversa de lo ocurrido este año. Es decir, que aquellos servicios que aumentaron en un porcentaje mayor en 2016 sufran un incremento inferior, en línea con la inflación, mientras que los que subieron menos (en comparación) pegarán un salto más grande en 2017.
En ese sentido, la luz subirá más que el gas el año próximo. Según aseguran desde el Gobierno, el Estado aun se hace cargo del 65% del costo de producir y distribuirla en los hogares, una situación exactamente inversa que lo que ocurre con el gas, en donde, siempre de acuerdo a datos oficiales, el 70% del costo va a cuenta de los usuarios. Esta proporción se da con el tope tarifario del 400%, ya que con el esquema original, el recargo sobre las espaldas de los consumidores era del 90% del costo del gas.
En tanto, el agua y el transporte público metropolitano también pueden subir el año próximo, una medida que ya generó fuerte rechazo este año. En 2017 el Gobierno se juega su suerte en las elecciones legislativas, en donde la provincia de Buenos Aires es clave.
Mientras tanto, Macri y Aranguren aguardan por el devenir judicial de los aumentos. La Cámara Federal de La Plata habilitó la feria para que se trate la suspensión de todos los incrementos durante el receso invernal, un caso que podría llegar a la Corte Suprema de Justicia de la Nación.