Tras el caso en el que un perro murió tras ser atacado por otro que salió sin correa de una casa, Lanús, con acuerdo de todas las fuerzas políticas, una ordenanza que regula diversas materias de la tenencia responsable de mascotas.
La iniciativa fue presentada por el intendente de Lanús, Julián Álvarez, y fue debatida en el Concejo Deliberante local, donde se incluyeron reformas y alcanzó la aprobación por parte de todas las bancadas.
Se trata de la regulación para la Tenencia, Protección y Salud de los Animales, en su relación con la comunidad y abarca desde los cuidados que deben prestar los dueños de mascotas hasta las obligaciones que deberá encarar el propio municipio a la hora de trabajar con animales.
La ordenanza llevó por nombre el de Barack en homenaje al perro que murió atacado por otro que escapó de una casa.
En la norma se brindan “lineamientos destinados a la prevención de incidentes por mordeduras, o ataques, la mitigación del riesgo de transmisión de enfermedades zoonóticas y la reducción de la presencia de animales en situación de abandono o deambulación no controlada en la vía pública, garantizando en todo momento el respeto a los principios éticos que prohíben la eutanasia como método de control poblacional”.
Entre las penas por incumplimiento, irán desde la firma de acta y registro de la misma hasta multas equivalentes que van de 10 a 35 jornales municipales y trabajos comunitarios que determine el Tribunal de Faltas local.
En lo que respecta al trabajo del municipio, a partir de su publicación, quedará prohibido que en el ámbito de las dependencias municipales se practique la eutanasia de perros y gatos, es decir, se abandona el método de ‘sacrificio’ de animales para controlar su vagabundeo callejero.
La cartera encargada de la zoonosis deberá utilizar la “esterilización quirúrgica” de los animales, además de obligarse la realización de distintas campañas de prevención y control antirrábico de manera gratuita.
Respecto de los dueños de mascotas, el punto más destacado es que serán responsables y estarán obligados “a responder por los daños, perjuicios y molestias que este pudiera ocasionar a personas, otros animales, bienes públicos o privados”.
Además, se prohíbe alojar animales en balcones, terrazas, vehículos sin ventilación u otros espacios. También, se prohíbe atar animales a árboles, postes, rejas, pilares u otros elementos ubicados en espacios públicos, cuando ello obstruya el tránsito peatonal o implique un riesgo para la seguridad de las personas, y se deberá evitar que las deposiciones del animal ensucien la vía pública y los espacios comunes.
En tanto, los animales de gran porte que “en ocasión de mordidas o ataques puedan ocasionar graves lesiones o incluso la muerte”, deben ser inscriptos en un registro municipal y las veterinarias del distrito deberán difundir la nueva reglamentación.
Para paseadores no podrán trasladar simultáneamente un número superior a ocho animales en total y en ningún caso podrán transportar más de uno de gran porte, el cual deberá portar bozal en todo momento.