Un hombre oriundo de Rafael Calzada condenado por abuso sexual y detenido en el penal de Olmos, en La Plata, fue allanado en su celda acusado de engañar a una chica de 14 años y a sus amigas para hacerlas posar semidesnudas y quedarse con las imágenes bajo la excusa de ser el directivo de una marca de ropa.
Según la investigación, tras apoderarse de sus cuentas de Instagram, se hacía pasar por las menores, para luego contactar a otras y así convencerlas para repetir el ciclo y sumar víctimas, conformando una red.
En su teléfono, que fue abierto en su celda frente al fiscal del caso, Daniel Ichazo, la División Cibercrimen de la Departamental Berazategui de la Policía Bonaerense encontró 20 cuentas de diversas chicas vinculadas al aparato.
“No sólo quedaba en las imágenes, también les cobraban para hacerles un supuesto carnet de modelo y mandarles la ropa interior que nunca llegaba. Al ver que las prendas no aparecían y luego de pagar el envío, las víctimas comenzaban a reclamar y es allí donde llegaba la extorsión”, aseguró un investigador del caso, según consignó Infobae.
En tanto, dos mujeres fueron también allanadas y detenidas en el marco de la causa. Eran, según los investigadores, la novia y la amante del hombre, que no se conocía entre sí, y ninguna sabía de la existencia de la otra. En ese sentido, se las acusa de ser, básicamente, las cajeras de la pornoextorsión.
La causa, que comenzó a ser investigada este año, fue iniciada tras la denuncia de una de las víctimas, de 14 años y oriunda de Berazategui. Por caso, la adolescente entregó una serie de chats con quien sería el abusador condenado y preso. El envío de la ropa interior salía 5 mil pesos. El supuesto “carnet de modelo”, otros 15 mil. “Bella”, le decía a su víctima, una y otra vez. “Excelente elección, bella”, le respondió a la niña luego de que le enviara una plancha de fotos de lencería femenina
La modalidad era así: la víctima marcaba la ropa que más le agradaba. “De cada prenda necesito tres fotos”, respondía el abusador. Hasta le daba directivas: “Si podés hacerla con un fondo blanco, genia, y yo me encargo de toda la edición. ¿Entendés, bella?”. La víctima respondía: “Sí, sí. Dale, dale”. A su vez, les pedía sus datos completos, nombre y apellido, y dirección para coordinar el envío de la lencería. “Tenés dos días para hacer las fotos. Te paso el alias de la chica del reparto, así abonás”.
Así, el fiscal Ichazo acusó al hombre de diversos delitos: captación por medios tecnológicos de menor de edad con fines sexuales, corrupción de menores agravada, estafa, extorsión por chantaje y producción de imágenes de menores de 18 años en actividades sexuales.
Los investigadores no probaron hasta el momento la distribución de las fotos.