Un turista de Lanús que recorrió una ciudad cordobesa durante sus vacaciones tomó fotografías de una pintada que realizaron sobre las rocas de un cerro hace casi 60 años dos vecinos de Longchamps e inició una campaña para poder encontrarlos a ellos o a sus familiares.
Lautaro visitó la cordobesa Capilla del Monte y durante uno de sus recorridos se encontró con una pintada. “Susy y J. Carlos. 1-2-66 Longchamps” dice en letras blancas. Entonces hizo una publicación en un grupo de Facebook que agrupa a vecinos de Longchamps y escribió:
“Encontré esto escrito en una roca, quizá alguien sepa de quiénes se trata, o son abuelos de alguien, no lo se. Me encantaría encontrarlos y mostrarles esta imagen a ellos o a alguien que los conozca”, escribió Lautaro.
Los comentarios no se hicieron esperar. “Y si vas a la torre de Pisa, en Italia, subís al campanario, en la pertiga oscilante de madera encontrarás “Pablo de Longchamps, 24/5/1973”, escribió alguien, en el límite entre lo verosímil.
“La verdad no hicieron es nada bueno. Pintaron un cerro con pintura, una mierda”, escribió alguien en los comentarios. “En 1966 no era como ahora que todo el mundo se ofende por todo. Los graffiti eran una innovación. No es que pintaron un árbol y lo secaron”, opinó otro usuario. Alguien recordó que está penalizado vandalizar cerros o montañas.
“Hay que encontramos y decirles por qué no se pintan el frente de su casa, en vez de dañar a la naturaleza. Además de hacernos quedar mal como mal educados”, opinó una persona. Enseguida otro recordó que “deben tener más de 80 años, mínimo, imposible que aparezcan”.
La cruzada de Lautaro no tuvo el éxito esperado en el sentido de poder encontrar a Susy y Juan Carlos ni a familiares, al menos en esa publicación y, en cambio, reavivó el debate sobre las intervenciones penalizadas en los monumentos naturales.