“En el diagnóstico precoz está la llave para la curación del cáncer de mama”. La frase la dice Domingo D´Andrea, cirujano general, ginecólogo y obstetra. Es Presidente de la Asociación Médica de Almirante Brown y médico del hospital Arturo Oñativia de Rafael Calzada y charló con Brown On Line acerca de la importancia de realizar controles sobre esta enfermedad, en la antesala del Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, cada 19 de octubre.
“Para encontrar la patología en un estadio temprano se necesita una detección temprana. Ahí sí es posible lograr la curación. El estadio cero es preclínico y el más avanzado es el 4. Muchas veces se llega al diagnóstico cuando el estadio es 3 o 4, cuando ya hay metástasis. Por eso la clave es el control preventivo”, amplía.
Para el médico, existe una creciente toma de consciencia. “Noto en las pacientes más jóvenes más consciencia con respecto a realizarse los controles preventivos, que es un punto fundamental, porque ahí está el diagnóstico precoz, porque en eso está la llave para la curación del cáncer”, dice.
Los chequeos como fundamento
D´Andrea suma un dato fundamental: los estudios complementarios para la detección. “Hay que hacer mamografía y ecografía, que son complementarias. Hay imágenes que se ven en la ecografía y no en la mamografía. De este modo sí es posible detectar un nódulo en medio de la densidad, por ejemplo. Hay lesiones que en la ecografía no salen y son detectadas por las mamografías: las simetrías, las calcificaciones. Por eso son complementarias”.
“A partir de los 35 años se hace una mamografía cada dos años hasta los 40 años y a partir de los 40 es una por año. En pacientes con antecedentes en la familia se anticipa cinco años la mamografía. Y se hace a partir de los 30 cada dos años y a partir de los 35 una vez por año”, establece el especialista.
“Algo importante es que el cáncer más común es el que no tiene antecedentes familiares. El de mama es el más común. En el 70 por ciento de los casos no tienen antecedentes. El otro porcentaje, que sí tiene antecedentes, tiene una chance mayor de desarrollarlo, pero el más común en la población es el esporádico”, revela el médico.
Hay tres pilares en los controles: el autoexamen es uno de ellos y es muy importante, la visita al médico y el control clínico son los restantes. “El médico debe hacer docencia para enseñar a realizar el autoexamen. No se trata de que la mujer se haga el diagnóstico, pero sí que reconozca sus mamas, cómo son y pueda hacerlo una vez al mes, una vez finalizada la menstruación. Revisarlas, tocarlas, mirándose al espejo, si aparece algún bultito o alguna retracción de la piel, por ejemplo. Cuando toca algo que no venía tocando o ve algo nuevo.”
También es importante, una vez al año, concurrir al ginecólogo o al mastólogo para hacerse el examen.
Una de cada 8 mujeres, hasta los 85 años tiene posibilidades de contraer cáncer de mama.
Hay factores de riesgo modificables y factores de riesgo no modificables. La edad, por ejemplo es un factor no modificable. “Cada vez aumentan más las posibilidades en la medida en que aumentan los años de las pacientes. Tener hijos y dar de amamantar, por ejemplo, también es un factor no modificable. La raza blanca, judía, eskenazi, tiene más factores de riesgo de desarrollo que la raza negra, por ejemplo”, desarrolla D´Andrea.
Y dentro de los modificables “están la alimentación, el tabaquismo y el consumo de alcohol. Por eso recomendamos evitar eso y tener una vida sana, hacer ejercicios, mantenerse en peso y comer sano. Es fundamental”.
Controles y salud pública: una cuenta pendiente
En el hospital Oñativia se rompió el mamógrafo y nunca más se arregló. “La campaña de concientización es muy limitada. A nivel público, en Almirante Brown hay un solo mamógrafo, para un distrito de 600 mil habitantes, con aproximadamente la mitad de la población sin cobertura social. Hay un solo mamógrafo para todo el distrito. El Oñativia no tiene mamógrafo, por ejemplo. Y es muy importante generar un acceso a las mamografías. No hay una ayuda del estado que acompañe y haga campaña de prevención. Uno trabaja en el consultorio en la prevención, le pide a la paciente, pero a nivel hospitalario falta mucho al respecto”.
El análisis del médico es que resulta ser “más barato prevenir, porque una mujer que trabaja es más productiva. Y eso necesita el estado, que la gente produzca para su propio bien y no estar enferma. La salud nunca fue una prioridad en materia de estado. No está en ninguna campaña electoral. Parece mejor visto que el estado pague la droga y no que tenga mamógrafo para prevenir la enfermedad”, analiza.