Por María Noel, Dermocoach Integrativa
La llegada de la primavera, al igual que cualquier otro cambio de estación, puede generar algunos síntomas o desequilibrios en la piel. Será importante conocerlos y prevenirlos con hábitos simples y prácticos.
Somos parte de un ecosistema y todo lo que ocurra en él nos afectará en mayor o menor medida. La primavera se caracteriza por la presencia de viento, más polen y alérgenos en el ambiente, cambios de temperaturas, más luz solar y noches más cortas.
La piel posee una barrera protectora -manto hidrolipídico- formada por una fase acuosa y otra oleosa que nos protege de los cambios de clima, los alérgenos, virus, bacterias, entre otros. Si esa barrera -en la que conviven millones de microorganismos- no está equilibrada y en perfectas condiciones, pueden aparecer síntomas como alergias, enrojecimiento, picazón, rosácea, sensibilidad, sequedad, ardor, envejecimiento prematuro, manchas, etcétera.
La primavera predispone a sufrir esos síntomas a raíz de la mayor exposición a alérgenos en el aire y todos los cambios ya mencionados. Por eso, es muy importante protegerla.
Cuatro claves para cuidar tu barrera cutánea
Cada persona es única, por lo cual se debe evaluar cada caso en particular, pero a grandes rasgos sugiero lo siguiente como regla general:
1- Evitar el uso de productos cosméticos que no sean para tu tipo de piel y condición: esto es fundamental ya que tener una rutina cosmética adecuada a tu piel evitará romper la barrera cutánea y generar desequilibrios.
2- Evitar cosméticos que contengan sustancias que alteren el pH y condiciones naturales de la piel, como los conservantes parabenos, colorantes sintéticos, perfumes sintéticos, aceites minerales, etoxilados, disruptores endócrinos, entre otros.
3- No exagerar con el uso de cosméticos astringentes: la limpieza de la piel es el primer paso en una rutina de skin care, pero no hay que abusar de ese tipo de productos ya que así se eliminan los lípidos naturales de la piel y se rompe la barrera protectora. Es importante elegir con conocimiento y criterio los productos de limpieza.
4- Tener una alimentación nutritiva: elegir alimentos naturales y nutritivos es clave para la salud y defensas del organismo y de la piel. Evitar comestibles y bebidas artificiales, altas en azúcar refinado, grasas trans y exceso de sodio.
Estas son sólo algunas sugerencias que ayudarán a que tu piel se vea menos afectada por los cambios de la llegada de la primavera.
Por María Noel. Dermocoach Integrativa / Asesora en Alimentación Natural y Fitoterapia / Formuladora cosmética. Contacto para consultas y turnos: @calendulanatural