Carolina Rodríguez descubrió desde el aula que la inquietud de un alumno puede ser la piedra fundamental sobre la cual es posible construir un edificio de conocimiento, no solo para los propios alumnos sino también para los propios docentes. Porque escuchando las inquietudes del aula descubrió que había una necesidad de conocimiento compartido: conocer a fondo las maniobras de reanimación para poder salvar vidas.
El camino empezó a comienzos de este año, cuando Carolina fue convocada por la vicedirectora de la Escuela Nro. 1 “General José de San Martín” de Adrogué: quería que sus alumnos participen de la feria de ciencias y tecnología, que se realiza todos los años. Rodríguez es docente de primaria en 4to año B y C en el turno tarde. “Decido participar con 4to grado C, donde soy titular. El proyecto a presentar debía ser una iniciativa de los alumnos. Entonces esperé a que surgiera en el aula la inquietud por algún conocimiento”.
Esa espera dio sus frutos: “En una clase de ciencias naturales, aprendiendo sobre seres vivos, un alumno comentó que las personas pueden perder la vida de muchas maneras posibles, y mencionó morir ahogados, es decir, inmersos en el agua. Otra alumna levantó la voz y dijo que podrían fallecer ahogados con comida, ¿por qué hablaban de perder la vida? Porque es la última característica común de los seres vivos: nacen, crecen, se nutren, se reproducen, mueren”, le dice la docente a Brown On Line.
“Cuando la alumna menciona sobre perder la vida atragantándose con alimentos, en el aula se armó un gran debate, todos los alumnos interesados en el tema discutían y exponían sus ideas y vivencias. Les digo: para la próxima clase deben traer información sobre atragantamiento por alimentos. Leemos la información a la clase siguiente y les propongo participar de la feria de ciencias llevando como problemática ese tema: atragantamiento con comida. En ese momento es como se inició el proyecto de investigación que llevamos a la feria distrital de Calzada. La investigación llevó muchísimo trabajo”, recuerda.
“Quiero agradecer al equipo directivo de la E.P nro 1, a la directora Silvia Burgos y a la vicedirectora Mirian Gonzalez, por darme la libertad de trabajar confiando en mi labor docente”, dice Carolina.
Enseguida surgieron preguntas hacia el cuerpo docente, “¿Qué hacemos si un alumno se atraganta en la escuela?”, se preguntó Carolina. Buscaron antecedentes de niños atragantados en instituciones educativas, formularon hipótesis, y preguntas para realizarle una entrevista a un especializado en el área. La tarea de Carolina era encontrar a una persona idónea, un profesional. Así llegó a RCP Argentina, el proyecto capacitador de Eduardo “Lalo” Arellano, vecino de Burzaco. “Vino a nuestra escuela para que los alumnos lo entrevisten. Despejaron dudas respecto a las hipótesis y los capacitó en Maniobra de Helmich y RCP. Destaco muchísimo su buena predisposición, su manera de explicar, muy didáctico. Nos ofreció volver cuando sea necesario.”
“Que los docentes, los profes de educación física, las autoridades de un colegio e incluso los alumnos estén preparados para una emergencia, tiene que ver con que en una situación de riesgo de vida inminente no hay tiempo. La gente llama a la ambulancia, que en promedio tarda en llegar 20 minutos y en ese tiempo se pierden vidas, en, por ejemplo, casos de atragantamientos, hemorragias, muerte súbita. Educar tiene que ver con salvar vidas. Y todo eso se hace simplemente con las manos, mientras esperamos la ambulancia”, dice Arellano.
Arellano habla también de la cadena de supervivencia. “Lamentablemente hay muy pocas personas que sepan hacer RCP o identificar una emergencia. El primer eslabón para preservar la cadena de la vida es saber identificar una emergencia y llamar a la ambulancia; el segundo es hacer RCP, el tercero es saber usar un desfibrilador, que no hay y el cuarto eslabón es la ambulancia. Si eso sale bien, la víctima va a terapia y se va a salvar. En Argentina hay una muerte cada 7 minutos por enfermedades del corazón y en cuando al atragantamiento es una de las primeras causas de muerte en menores de 7 años”.
Las leyes nacionales 26.835 de RCP en las escuelas y la Ley 27159 sobre muerte súbita. La Ley 15.051 reglamenta la enseñanza de la maniobra de Hemlich.
Tenían por delante la feria de ciencias. Se presentaron y pasaron de ronda. “El jurado de la feria nos aconsejó expandir el proyecto a la comunidad, y que las docentes y alumnos se capaciten en RCP. Vale destacar que nuestra problemática se basa en que las docentes no están capacitadas para auxiliar a un alumno en caso de atragantamiento. Esa fue la conclusión final.”
Antes de presentarse en la Feria Regional, Arellano volvió a ir a la escuela, esta vez para capacitar a las docentes. “El 9 de agosto vino y capacitó a toda la comunidad educativa de la E.P Nro 1 en RCP, Maniobra de Heimlich y convulsiones.”
“Cuando finaliza la capacitación, Eduardo me comenta sobre la posibilidad de llevar a cabo una Ordenanza a modo para que se cumpla la ley nro 15.051, la que dicta que tanto en escuelas, como en restoranes, que el personal esté capacitado en esta maniobra. Primeramente debería ser parte de la formación docente, yo mientras me formaba en mi instituto, nunca recibí ninguna capacitación. Debería ser implementada en todos los niveles. Podrían instruirnos por ejemplo en las áreas de educación física. Comúnmente se habla de RCP, pero nadie sabe de qué se trata la Maniobra de Heimlich.”