“En función a la variada información difundida por medios de comunicación, la reacción en redes sociales respecto al hecho delictivo en que se produjera el asesinato de Franco Saulle, haciendo juicio de valores sobre sus actividades laborales, la Fiscalía informa que la principal hipótesis resulta que fue víctima de un homicidio en ocasión de robo, y sin descartar otras hipótesis, se aclara que no obra ningún indicio que permita sospechar que Franco haya realizado alguna actividad al margen de la ley.”
Con ese texto, el fiscal Leonardo Kaszewski, a cargo de la UFI descentralizada 2 de Almirante Brown, salió a pedir “prudencia”, pidió resguardar la investigación que lleva adelante, ya que a la Policía de la Provincia de Buenos Aires y la Fiscalía “están abocados a esclarecer el hecho delictivo.”
En ese sentido, “la Fiscalía apela a la responsabilidad de los comunicadores sociales y sensibilidad y prudencia de toda persona que realicen posteos en redes sociales respecto del presente hecho, guardando respeto y evitando brindar información que no fuera chequeada o confirmada, tanto para resguardar la investigación, y por toda su familia y personas que lo quieren, ya que Franco es hijo, hermano, nieto, sobrino, amigo, y todos ellos merecen sobrellevar este doloroso momento con el mayor respeto”.
Cómo lo mataron a Saulle
El hecho ocurrió cuando estacionó frente a la casa de sus padres, ubicada en la calle Rosich casi Pablo Podestá, del barrio Corimayo de Burzaco. El joven se bajó del vehículo y fue abordado por tres sujetos que se trasladaban en otro auto. Uno de ellos se bajó, le dio un balazo en el ojo derecho y escapó en el automóvil.
El disparo lo dejó gravemente herido y falleció más tarde. Tras el ataque, los sospechosos escaparon en un Peugeot negro del que pudieron identificar la patente y comprobaron que tenía un pedido de secuestro. Lo encontraron en una casa de Glew, tapado con un nylon.
“Se pudo hacer una reconstrucción casi minuto a minuto del trayecto hecho por los homicidas. Con una cámara lectora de patente se pudo determinar la matrícula del auto y se visualizó que tenía pegado un sticker blanco en la luneta trasera”, explicaron fuentes policiales. En ese marco, se determinó que el auto había sido robado 48 horas antes en jurisdicción de la comisaría 10a. de Lanús.
El análisis de las filmaciones de las cámaras de seguridad llevó a los investigadores hasta Glew, también en el partido de Almirante Brown. “El último registro fílmico del vehículo fue en Arias y Santa Fe, a las 18.56 del día del ataque. Se hizo un relevamiento del barrio hasta que en un patio de una de las viviendas fue encontrado el auto en el que se movilizaban los delincuentes. Estaba tapado con un nylon”, explicaron fuentes policiales.